v1, Cólera
La palabra mênis abre el poema y define, como es habitual en la poesía épica, su tema, es decir, la ira de Aquiles y sus consecuencias.
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v1, Canta
Debe recordarse que la poesía épica era cantada con el
acompañamiento de la lira y una melodía que probablemente estuviera
basada en el acento tonal del griego antiguo. Algunos autores también
vinculan el verbo aeíde con la figura del aedo como creador de la
canción, frente al “rapsoda” que sería un mero repetidor de canciones
ya compuestas. No hay, sin embargo, evidencia clara de que semejante
oposición existiera para los griegos.
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v1, Diosa
La musa, invocada a menudo en singular y fuente de inspiración
del rapsoda épico. Aunque no hay acuerdo entre los críticos respecto a
cuál es exactamente el papel de la musa en la elaboración del poema, es
claro que la veracidad de lo narrado depende de alguna manera del hecho
de que ella es su fuente.
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v1, Aquiles
El protagonista de Ilíada aparece aquí definido por su
patronímico, “Pelida”, es decir, “hijo de Peleo”. Más allá del carácter
formulaico de la alusión, no debe restarse importancia al hecho de que
es un recordatorio temprano en el texto de la ascendencia divina del
héroe en dos sentidos: la mención de Peleo remite inmediatamente a
Tetis, la diosa marina madre de Aquiles (VER ad 1.351) y, Peleo es hijo de Eaco, hijo a su vez de Zeus.
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v2, Aqueos
La denominación habitual para los griegos, cuyo origen preciso
es desconocido. Se acepta hoy la vinculación con la palabra “Ahhiyawa”,
que aparece en tabletas hititas aludiendo a un pueblo extranjero.
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v3, Vidas
El concepto de psyché es de enorme complejidad en griego
antiguo. En pocas palabras, puede afirmarse que evoluciona desde la
noción semi-biológica de hálito o fuerza vital hasta la más
contemporánea de alma. Es poco claro en qué etapa del desarrollo se
encuentran los poemas homéricos, donde perder la psyché es equivalente a
morir, esta tiene una existencia independiente en el Hades, pero esa
existencia no retiene características fundamentales que se poseen en
vida (como la voz).
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v3, Hades
El mundo de los muertos en la cultura griega, que tiene un lugar mucho más prominente en Odisea
(canto IX). A diferencia de lo que sucede en religiones como el
cristianismo, en el Hades no hay distinción entre buenas y malas
personas: todas las almas sufren en él el mismo destino. Esta
concepción, sin embargo, no es uniforme a lo largo de la cultura griega y
sabemos de diversos cultos mistéricos que prometían a los iniciados
lugares privilegiados en el mundo de los muertos.
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v4, Héroes
El concepto de “héroe” en la poesía homérica y en general en la
cultura griega es distinto del habitual en la nuestra fundamentalmente
por su carácter religioso. Un héroe no es solo una persona que realiza
acciones extraordinarias, sino también alguien capaz de continuar
protegiendo o ayudando después de la muerte. En ese sentido, podría
vincularse con la idea moderna de “santo”, en particular respecto a
santos populares que no se caracterizan por su estatus moral sino por su
carácter de fuerzas sobrenaturales protectoras. La conexión se
manifiesta, entre otras cosas, en el hecho de que las reliquias de los
héroes (sus huesos o sus armas) eran consideradas poderosos talismanes.
Poemas épicos como Ilíada eran fundamentales entre los griegos
para establecer y preservar los cultos heroicos de figuras como Aquiles,
algo que, además, era de particular interés para la nobleza de épocas
posteriores que, con fines propagandísticos, solía remontar sus orígenes
a los héroes de la época micénica.
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v4, ellos
La distinción entre las “vidas” de los héroes y los héroes
mismos no debe hacer pensar en una concepción del alma como la cristiana
(VER ad 1.3), sino todo lo contrario. Es solo la vida, el hálito
vital lo que baja al Hades, mientras que la persona permanece en la
tierra. Esto es importante sobre todo cuando se piensa en la veneración y
poderes mágicos que durante toda la Antigüedad se atribuyeron a los
restos materiales de figuras prominentes, en particular de quienes
reciben culto heroico.
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v4, Perros
En Ilíada, la figura del perro es usualmente negativa,
sinónimo de una muerte desgraciada, puesto que estos animales (como las
aves del verso siguiente) solían devorar los cadáveres abandonados en el
campo de batalla, lo que constituía una afrenta terrible. Esta no es,
por supuesto, la única concepción de los perros en la Grecia Antigua
(basta pensar en el fiel Argo en Odisea), pero es la más habitual en un
poema que se ocupa casi exclusivamente de la guerra.
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v5, πᾶσι
como la mayoría de los editores modernos, optamos por πᾶσι en lugar de la variante δαῖτα, por las mismas razones que West, Studies, ad loc.
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v5, Zeus
Zeus es el dios principal del panteón griego, “padre de hombres
y de dioses”. Aunque a veces su poder se presenta como absoluto, en
realidad estaba limitado por la “moira”, un concepto complejo que
puede entenderse como una combinación de “el orden de las cosas” y “el
destino”. Zeus es hijo de Crono (de ahí la designación “Cronida”) y Rea,
ambos hijos de Urano (el cielo) y Gea (la tierra); está casado con su
hermana Hera, junto con la que es padre de Hefesto y Ares, pero tiene
otros hijos, incluyendo los olímpicos Apolo y Ártemis (hijos de la diosa
Leto) y Atenea (en general considerada hija de la diosa Metis, aunque
nacida de la cabeza de Zeus después de que este devorara a su madre; VER
ad 1.175). Zeus también engendró numerosos hijos en mujeres mortales,
el más famoso de los cuales es Heracles.
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v5, el designio
Los críticos han debatido mucho sobre el alcance de este
designio, a veces traducido como el “plan” de Zeus. Para algunos, se
limita a la victoria de los troyanos, por lo que terminaría en el canto
XVIII, cuando Aquiles decide regresar a la batalla. Para otros, se
refiere a la totalidad de los eventos de Ilíada. Otros lo
vinculan con un relato mítico que conservan otras fuentes, según el cual
la diosa Gea, es decir, la tierra, le pide a Zeus (su nieto) que
reduzca el peso de los seres humanos sobre ella, por lo que este decide
desencadenar la guerra de Troya para hacerlo.
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v7, el Atrida
Agamenón, el rival de Aquiles en Ilíada y el líder del
ejército aqueo, era hijo de Atreo, hijo de Pélope, hijo de Tántalo, hijo
de Zeus. Era rey de Micenas, la ciudad más poderosa del mundo griego de
la época, y por eso actúa como jefe de todo el ejército de coalición
que invade Troya. Homero no parece tener de él una mirada demasiado
positiva, algo que se manifiesta en forma sutil en la forma en que lo
caracteriza a lo largo del poema.
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v7, soberano de varones
La fórmula destaca el rasgo más importante de Agamenón y parece
contrastar con el epíteto “divino” de Aquiles. Es cierto que los dos
epítetos son genéricos y se aplican a otros héroes, pero la decisión de
utilizar estos dos precisamente en el cierre del proemio parece
demasiado adecuada para ser accidental. Por lo demás, sin lugar a dudas
no habría sido percibida como aleatoria por la audiencia.
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v8, Cuál de los dioses…
Es habitual en el pensamiento homérico atribuir las acciones
humanas a una decisión de los dioses. Esto en general no elimina la
responsabilidad individual, aunque a veces es utilizado como excusa por
los héroes (el ejemplo más famoso es el de Agamenón en Il.19.85-138).
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v9, El hijo de Leto y de Zeus
Apolo, dios polifacético bajo cuya protección se encontraban las artes, la medicina y los oráculos. En Ilíada
es uno de los principales defensores del bando troyano. Es importante
destacar que, como suele suceder con los dioses griegos, la misma figura
está asociada a un aspecto positivo de un área de influencia, como la
medicina, y a uno negativo, como la peste. Su madre, Leto, era hija de
los titanes Ceo y Febe (prima de Zeus, por lo tanto) y, cuando estuvo
embarazada de Apolo y Ártemis, Hera amenazó con castigar a cualquier
lugar del mundo que le permitiera parir en él. Solo la pequeña isla de
Delos (una de las Cícladas en el mar Egeo, que hasta ese momento era una
isla “flotante”) osó resistir la amenaza, por lo que se convirtió en
uno de los centros principales del culto de Apolo.
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v10, Las tropas
La palabra laós se refiere en griego al pueblo en su
conjunto, sin distinción de clases. Εn Ilíada, dado el contexto bélico
del poema, se utiliza en general para las tropas, como hemos traducido.
De todos modos y tras revisar las instancias, hemos retenido “tropas”
para los casos en los que la palabra aparece en plural y “pueblo” para
los casos en los que aparece en singular.
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v11, τὸν Χρύσην
τὸν Χρύσην ha sido criticado por mucho tiempo como un giro no-homérico (cf. West, Studies,
ad loc.). Sería así si se tomara como el artículo, pero esta no es la
única alternativa, puesto que puede estar con su valor habitual de
pronombre con un valor catafórico (“de presentación”, como sugiere
Chant. 2.162, 165). Nuestra traducción refleja este valor, que parece
coherente con el estilo oral homérico.
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v11, Crises
El personaje no tiene otras apariciones en la mitología griega y
es probable que su nombre se derive de la localidad de la que proviene,
Crisa, como el de su hija (Criseida) se deriva del de él. Es
fundamental notar que el poeta destaca antes que cualquier otra cosa su
condición de sacerdote, que se reiterará en los vv. 14-15, puesto que
esto hace más grave la deshonra que le inflige Agamenón.
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v12, Las rápidas naves de los aqueos
Al llegar a la zona de Troya, los aqueos, preparados para un
largo sitio, encallaron sus naves en tierra sobre la playa (el
procedimiento se describirá más adelante en este mismo canto; VER ad 1.485)
y construyeron su campamento delante de estas. Es común en Ilíada
hablar de “las naves” cuando se hace referencia al campamento aqueo,
parte de la técnica “visual” típica de Homero: si uno mirara hacia el
campamento, las naves serían el elemento más evidente.
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v13, Un cuantioso rescate
Parte habitual de la actividad guerrera de la Antigüedad era la
toma de prisioneros (hombres y mujeres sin distinción) y subsecuente
pedido de rescate por ellos. Por eso, la llegada de Crises a las naves
no debe entenderse como algo excepcional, sino como una práctica común
del periodo. Esto también agrava la reacción del Atrida.
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v14, Las ínfulas de Apolo
No sabemos exactamente en qué consistían estas ínfulas, pero
sin duda eran un símbolo reconocible y evidente del estatus de sacerdote
de Crises.
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v14, Apolo que hiere de lejos
Un epíteto habitual para un dios que se caracteriza por el uso del arco y en general por su capacidad de actuar a distancia.
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v16, Ambos Atridas
el otro Atrida es Menelao, rey de Esparta y esposo de Helena, por lo que era la principal parte ofendida de su rapto.
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v17, Aqueos de buenas grebas
Las grebas son la parte de la armadura que cubre desde el
tobillo hasta la rodilla (como las canilleras modernas), que fueron un
elemento esencial de la armadura en diversos periodos de la Grecia
Antigua.
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v18, Olímpicas moradas
El Olimpo es la residencia de los dioses, ubicada por los
griegos en el monte Olimpo, que se encuentra en el norte de la actual
Grecia. Es la montaña más alta del país y la segunda de los balcanes,
con 2919 m. de altura. En él los diferentes dioses tenían sus palacios y
se reunían en asamblea para discutir los asuntos humanos.
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v19, La ciudad de Príamo
Troya. Príamo era su rey durante la invasión de los griegos,
pero además fue el único sobreviviente de la casa real después de la
primera invasión realiza en la generación anterior por Heracles.
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v20, φίλην
La idea equivocadamente extendida de que φίλος funciona como un
pronombre posesivo en la poesía homérica es un prejuicio filológico
insostenible, como ha demostrado David Robinson. Siguiendo el análisis
del autor, lo traducimos a veces por el simple “querido/a” y a veces por
“preciado/a”, dependiendo del tipo de relación implicada entre las
partes. En cualquier caso, la palabra señala siempre que una persona u
objeto es apreciada por otra, no una mera posesión. Leer más: Robinson,
D. (1990) “Homeric φίλος. Love of Life and Limbs, and Friendship with
One’s θυμός”, en Craik, E. M. [ed.] ‘Owls to Athens’. Essays on Classical Subjects Presented to Sir Kenneth Dover, Oxford: Clarendon Press, 97-108.
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v22, Proclamaron todos los otros aqueos…
Otro elemento que hace más grave la afrenta de Agamenón, dado
que todos los presentes reconocen que lo correcto es devolver a Criseida
a su padre.
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v28, No sea que no te protejan…
Agamenón culmina su agravio al sacerdote explicitando que no le
preocupa su estatus. Esto no es solo una amenaza a Crises, sino también
a Apolo, dado que despreciar los símbolos de un dios es despreciar al
dios mismo.
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v30, Argos
No se refiere a la ciudad de Argos, aunque esta ya existía en
la época micénica, sino a lo que más tarde se llamaría “argólide”, es
decir, la zona del noreste-este del peloponeso al sur de la península de
Corinto, donde se hallaba Micenas.
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v31, el telar…
Las dos tareas habituales para una concubina, descriptas aquí
vívidamente desde la perspectiva de Criseida (algo que parece agravar
aun más el insulto).
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v35, Invocó…
La invocación y plegaria a los dioses era una actividad
cotidiana entre los griegos, de donde acaso la aclaración “con fervor”
(la palabra que traducimos es pollá, que entendemos con el verbo
principal de la oración), que no se refiere al volumen de la súplica
(para eso el griego utiliza megalá), sino a su intensidad emocional.
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v36, Leto
VER ad 1.9.
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v37, Escúchame…
La plegaria de Crises respeta la estructura tradicional del
género. A una invocación para llamar la atención de uno o más dioses
específicos, muchas veces identificando un aspecto puntual de ellos,
sigue una argumentación para ganarse la buena voluntad (la cháris)
del dios, que puede tomar varias formas, y se cierra con la formulación
del pedido. Leer más: De Hoz, Ma. P. (1998) “Los himnos homéricos
cortos y las plegarias cultuales”, Emerita 66, 1998, 49-66.
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v37, Arco de plata
Un rasgo típico de apolo, el dios arquero.
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v37, Crisa
En la costa de Asia menor sobre el Egeo, al sur de Troya. Como
se infiere del nombre, es el lugar de proveniencia del sacerdote Crises.
Cerca del lugar donde se encuentra se han hallado restos de un templo
de Apolo Esminteo.
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v38, Cila
En la costa de Asia menor, como Crisa mencionada en el v. 37.
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v38, Ténedos
Una isla del Egeo, cercana a la costa de Asia menor, donde se
dice que las tropas griegas se escondieron durante la estrategema del
caballo. Nótese que los tres lugares que menciona Crises están en la
misma zona, al sur de Troya y en su área de influencia.
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v39, Esminteo
Un epíteto de Apolo de significado discutido. Suele entenderse como derivado de smínthos,
que quiere decir “ratón”, con el sentido de “protector contra los
ratones”. Existe también la posibilidad de que derive de un lugar
llamado Esminte, en la Tróade.
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v39, Si alguna vez
Es típico de la plegaria griega (como en muchos otros lugares)
comenzar recordando al dios las buenas acciones que uno realizó por él
en el pasado, para obtener su cháris, es decir, su buena voluntad.
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v39, un agraciado templo cubrí
Entiéndase, “construí”. El uso proviene de una época en la que
los altares al aire libre no eran infrecuentes, por lo que “cubrirlos”
era una contribución significativa para el dios.
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v40, pingües muslos quemé
Se describirá más adelante (1.447-474) con cierto detalle un
sacrificio. Los griegos dedicaban a los dioses una parte de la carne que
comían, en particular, los huesos y la grasa, con algunas pequeñas
piezas de carne propiamente con valor simbólico.
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v42, Dánaos
Otro epíteto de los griegos en su conjunto, de origen
desconocido pero registrado en jeroglíficos egipcios de los s. 14 y 15
a.C., donde se habla de Danaja.
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v43, Lo escuchó Febo Apolo
La fórmula es estándar en el cierre de plegarias e indica en
general no solo que el dios ha escuchado el pedido sino también que
cumplirá el o los deseos expresados (cuando no es así, lo contrario está
explícitamente indicado, como en Il. 16.249-250).
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v46, Repicaron
La palabra en griego es éklanxan, que tiene un claro
valor onomatopéyico respecto al sonido que realiza el arco al lanzar las
flechas, comparable al “cling” del español. El efecto se repite en el
v. 49 en la palabra klangé (“chasquido”).
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v47, Semejante a la noche
La imagen no se repite en Ilíada, aunque sí en Od. 11.606 y el Himno Homérico a Hermes 358. Es una marca del carácter siniestro de Apolo en esta secuencia.
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v50, las mulas…
No es del todo claro por qué el dios comienza por estos
animales, pero parece probable entenderlo como un hecho basado en la
experiencia en plagas verdaderas, que suelen comenzar afectando animales
(cf. Tuc. II.50.1), y eran habituales en la Antigüedad, en particular
en situaciones extremas como los campamentos militares o las ciudades
sitiadas.
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v51, Aquellos
Es típico del estilo homérico el uso de este tipo de deícticos
sin referente inmediato, cuyo significado puede extraerse con relativa
facilidad del contexto. Es dable pensar que el rapsoda contribuiría con
inflexiones de la voz o gestos a la identificación de los referentes.
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v52, Siempre
Se reproduce en la traducción una ambigüedad en griego respecto a la dependencia del adverbio (aieí,
en el original), que puede estar con el verbo “ardían” o con el
adjetivo “amontonadas”, pero casi con seguridad debe entenderse con
ambos (un fenómeno que se denomina “apò koinoû”).
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v53, Por nueve días
Nueve (como 12) es un número tradicional, no debe vincularse
(como hicieron algunos exégetas antiguos) con ningún aspecto biológico
real de una peste verdadera.
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v54, La asamblea
La agoré, que no es solo espacio físico como la palabra
ágora en español (aunque adquirirá ese valor en épocas posteriores en
griego antiguo), sino el “consejo” en el que los jefes discuten en
igualdad de condiciones sobre los problemas del ejército. Es una
institución fundamental en la épica que puede haber constituido una base
para sistemas democráticos posteriores.
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v54, convocó al pueblo Aquiles
Aunque no hay razones para pensar que esto constituyera una
ruptura del procedimiento habitual, puesto que, por la naturaleza misma
de la asamblea, cualquier líder debía ser capaz de convocarla, desde el
punto de vista narrativo, el hecho de que sea Aquiles el que la convoca
anticipa su enfrentamiento con Agamenón que, como el primus inter paris (el primero entre iguales) en el ejército, debía ser el que en general realizaría las convocatorias.
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v55, Las entrañas
Para los griegos de la Antigüedad, al menos hasta la época
arcaica, la sede del pensamiento estaba localizada en las entrañas, no
en la cabeza. El concepto abstracto de “mente”, para el que se utilizará
la misma palabra que se halla en este verso (frén), se desarrolla más adelante. En nuestra traducción hemos preferido retener el modo de expresión arcaico.
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v55, Hera
Hera es hijo de Cronos y Rea, hermana, por lo tanto, de Zeus y
además su esposa. Era la diosa protectora de los matrimonios (lo que
acaso explica su ira contra Paris, Helena y los troyanos). Junto con
Atenea, es una de las principales defensoras de los aqueos en Ilíada.
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v55, de blancos brazos
Como en otras épocas y lugares, en Grecia la blancura era un
rasgos considerado bello entre las mujeres. Es notable que, en épocas
posteriores, el blanco y el negro se utilizarían en las vasijas de
cerámica para diferenciar los dibujos de mujeres y de hombres,
respectivamente.
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v57, Se juntaron y estuvieron reunidos
Otro rasgo típico del estilo homérico son estas redundancias
que contribuyen a la construcción de una escena. Nótese la sutil
diferencia entre égerthen (“se juntaron”), que indica el
movimiento hacia la asamblea, y homegerées génonto (“estuvieron
reunidos”), que señala el estado logrado a partir de ese movimiento.
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v58, levantándose
La asamblea homérica tiene una dinámica institucionalizada que nunca se explica pero debía ser conocida por el público (VER ad 1.67).
Todos los participantes están sentados en círculo y, cuando uno quiere
la palabra, se levanta, toma un cetro que le permite hacer uso de ella,
habla y luego se sienta. En ningún momento se vota y las decisiones se
logran por consenso unánime e implícito. Es de imaginar que esta versión
ficcional basada en lo que debió ser en algún momento una dinámica real
no se corresponde con su modelo, puesto que la mayoría de las asambleas
homéricas se conducen con notable orden y suelen llevar a un acuerdo de
todos los participantes.
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v58, Aquiles de pies veloces
La primera aparición de este famoso epíteto del héroe, que
señala su velocidad en batalla, en particular para perseguir a los
enemigos que huían. Algunos comentaristas han notado la inadecuación del
epíteto aquí, donde Aquiles está sentado y luego parado, sin correr a
nadie, y la han explicado como un ejemplo más de la falta de significado
real de los epítetos. Como siempre, sin embargo, existe una postura
alternativa: en el comienzo de la discusión que desencadenará todo el
conflicto del texto, el poeta introduce la fórmula más característica
del héroe más importante del ejército griego, recordando al auditorio su
importancia.
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v59, ir de vuelta errantes
La frase es tanto una analepsis (o “flashback”, una mirada al
pasado), puesto que parte del mito troyano consiste en los problemas que
los griegos tuvieron para efectivamente llegar a troya (desembarcan por
error en Teutrania, en otro lugar de la costa de Asia menos), como una
prolepsis, porque los nóstoi o “retornos” (el más famoso de los
cuales es Odisea), donde se relataban los difíciles y muchas veces
errantes regresos a sus lugares de origen de los héroes griegos,
constituían una parte tradicional del mito de Troya.
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v62, algún adivino…
La reacción puede parecer absurda desde una perspectiva
contemporánea, pero será habitual a lo largo de toda la Antigüedad,
puesto que se consideraba que los males de los hombres eran producto de
la ira divina. Para solucionarlos el primer paso era identificar al dios
que se había irritado con uno y el segundo reconocer la satisfacción
que exigía: revelar esto era tarea de los adivinos y los sacerdotes. El
procedimiento no es conceptualmente diferente a ir a un médico para que
reconozca la enfermedad a partir de los síntomas y prescriba un
tratamiento, aunque, por supuesto, se basa en el pensamiento mágico.
text
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v63, El sueño viene de Zeus
Una frase que se conecta con el discurso de Aquiles en el canto
24, pero aquí justifica (ver la nota anterior) la inclusión de los
intérpretes de sueños en el mismo grupo de los adivinos y los
sacerdotes.
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v64, por qué se irritó tanto Febo Apolo
Aquiles revela aquí que los aqueos ya saben cuál es el dios
responsable de sus males, y lo que resta es saber por qué se irritó para
saber cómo apaciguarlo. La identificación de Apolo como causante de los
males posiblemente debe atribuirse al hecho de que las pestes estaban
asociadas a él (VER ad 1.9).
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v65, Un voto
Puede ser una promesa realizada al dios que no fue cumplida,
una ofrenda debida al dios que no fue entregada o incluso de una
jactancia de alguien que ofendió a Apolo (como en el caso de Áyax Oileo,
que es castigado por Poseidón cuando, al volver de Troya, se jacta de
ser capaz de resistir las tormentas a pesar de la voluntad de los
dioses). La traducción, por supuesto, no puede retener la polisemia de
la palabra griega euxolês.
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v65, hecatombe
Se trata de un sacrificio de cien animales dedicado a un dios.
La palabra es habitual en el contexto del rito, pero sin duda una
matanza de semejante tamaño era inhabitualísima entre los griegos, cuya
dieta contenía mucha menos carne que la que la Ilíada sugiere
(algo, por lo demás, evidente dada la geografía del país). De hecho, en
el propio poema ninguna hecatombe siquiera se aproxima a ese número.
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v66, El aroma de grasa
La palabra griega kníses se refiere específicamente a
esto, que se consideraba parte de lo debido a los dioses como
sacrificio. La cuestión es tematizada por Aristófanes en la comedia
Aves, donde los protagonistas construyen una muralla entre la tierra y
el Olimpo para que el olor de la carne asada no llegue a los dioses.
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v68, ἤτοι ὅ γ᾽ ὣς εἰπὼν κατ᾽ ἄρ᾽ ἕζετο
omitimos traducir el ἄρ[α] aquí porque hacerlo dejaría una línea demasiado larga y su sentido (sobre el cual, VER Nota ad 1.68)
no se conservaría de todos modos. Es un caso excepcional en nuestro
enfoque que se esfuerza por preservar todos los marcadores discursivos,
que se da lamentablemente en una fórmula común.
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v68, Y aquel, habiendo hablado así, se sentó
La fórmula no es una mera forma de decir “terminó de hablar”,
sino que describe parte de la dinámica habitual de la asamblea (VER ad
1.58), que el público de la épica debía conocer bien (algo que en el
griego está señalado por la partícula ára, que no reproducimos en la
traducción, sobre lo cual VER Nota a la traducción ad loc.), sea por su
experiencia como oyentes de poesía oral o porque estuviera basada en
asambleas reales contemporáneas al poeta. Que un personaje se sentara al
terminar de hablar era lo que correspondía, porque indicaba que cedía
la palabra.
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v69, Calcas Testórida
El adivino Calcas, hijo de Téstor, tiene pocas apariciones en la Ilíada
pero todas fundamentales; aparece aquí, en la asamblea, donde
desencadena el argumento principal del poema, en el canto 2 (vv.
299-330), en el relato de los pájaros y la serpiente, donde anticipa la
duración de la guerra y de manera indirecta en el canto 13 (vv. 45-58),
donde Poseidón toma la forma de Calcas para impulsar a los Áyax a
defender las naves de Héctor (VER ad 1.242). Su papel en la tradición es
mucho mayor, puesto que actuó como guía de las naves aqueas para llegar
a Troya, como indica el v. 71, y fue quien ordenó sacrificar a
Ifigenia, la hija de Agamenón, para contar con vientos favorables (VER
ad 1.106).
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v69, el mejor por mucho de los augures
Calcas es el áristos de los augures, el más excelente o
el que posee la virtud de la adivinación de la mejor manera. Sobre la
importancia del término en Ilíada, VER ad 1.91.
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v71, las naves condujo…
VER ad 1.69.
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v72, que le dio Febo Apolo
La adivinación forma parte de los atributos de Apolo; el
oráculo más importante de Grecia, el de Delfos, era un oráculo de este
dios.
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v76, Pues bien, yo hablaré
Calcas anuncia que revelará el motivo de la ira de Apolo, pero,
en un giro típicamente homérico, se interrumpe antes de hacerlo para
hablar de otra cosa o pedir algo (VER ad 1.98, donde se retoma el
hilo del vaticinio). La solicitud de protección es muy enfática, como
muestran los inicios repetidos de los vv. 77 y 78.
text
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v77, con las palabras y las manos
Aparece aquí por primera vez en el poema el doble ámbito de
acción del guerrero, la asamblea y la batalla. El héroe debe ser
excelente en ambos ámbitos, no solo un buen orador ni un buen luchador.
Retenemos una idea similar de la excelencia en la expresión mens sana in corpore sano.
text
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v78, un varón
No es difícil imaginar a quién se refiere Calcas en este
pasaje, pero debe destacarse el detalle de que el adivino no nombra a
Agamenón, precisamente porque teme irritarlo.
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v79, Argivos
La tercera forma de referirse a los griegos en Ilíada
(VER ad 1.2 y 1.42), en este caso por metonimia con la región de la
Argólide (VER ad 1.30); en ocasiones, sin embargo, la palabra tiene un
referente más específico, es decir, los argivos en sentido estricto, los
habitantes de la argólide. Este debe ser el caso aquí, dada la segunda
parte del verso donde se mencionan los aqueos.
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v80, pues es muy poderoso…
Una gnóme o sentencia, algo típico de la poesía griega
en general y muy frecuente en la homérica. Estas afirmaciones de
carácter general explican, justifican o se contrastan con los hechos
particulares de los que la narración da cuenta.
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v81, pues es así
Otra sentencia, esta vez introducida de manera más marcada con las partículas gár y te en griego.
text
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v82, el rencor
El contraste entre chólon (“la ira”) y kóton (“el
rencor”) queda bien reflejado en las palabras españolas. Un rey puede no
dar rienda suelta a un enojo momentáneo y violento, pero eso no
significa que olvide.
text
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v85, θαρσήσας μάλα
traducimos con el giro “atrevete a todo” esta frase, respetando
la semántica y el sentido pragmático del participio a costa de alterar
la sintaxis del griego. La alternativa “atreviéndote a todo” es más fiel
a la morfosintaxis del original, sin duda, pero debilita mucho la
fuerza de este comienzo de discurso con el que Aquiles intenta dar
confianza a Calcas.
translation
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v88, brillando mis ojos
En el original se encuentra el participio derkoménoio
del verbo dérkomai, que quiere decir ver y tener vista, pero se utiliza
también para el destello de la luz, lo que sugiere que, referido a los
ojos, marcaba el contraste entre los vivos (brillantes) y los muertos
(apagados).
text
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v90, ni si hablaras de Agamenón
Difícilmente esta elección de palabras sea aleatoria, dado que
Calcas ya ha ofrecido suficientes indicios de quién es el rey del que
hablará y los eventos del comienzo del canto estarían sin duda en la
memoria de todos.
text
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v91, con mucho
Hay una ambigüedad irreproducible en español en el griego, donde pollón
puede estar con eînai áristos (“ser el mejor”), lo que da la traducción
que ofrecemos, o con eúchetai (“se jacta”), lo que daría “se jacta
mucho de ser el mejor de los aqueos”, una interpretación que parece
invitar una lectura irónica, que se refuerza al contrastar este verso
con 1.244 (VER ad loc.).
text
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v91, el mejor de los aqueos
El áristos de los aqueos, una palabra de enorme
importancia en el poema porque es la forma adjetiva de areté, la
“excelencia”, que constituye uno de los símbolos fundamentales del
estatus heroico de un personaje, junto con el botín (géras; VER ad
1.118), la gloria (kléos), y la honra (timé; VER ad 1.159). La areté es
la cualidad de ser el mejor o tener en la mejor manera una virtud, en
particular la virtud que corresponde a la propia clase. Así, por
ejemplo, la areté del caballo es su velocidad, la del suelo en su
fertilidad, la del esclavo en su lealtad al amo. El sentido central en
Ilíada, sin embargo, es el referido a la excelencia de los héroes, es
decir, su valor en el campo de batalla y su capacidad para hablar en la
asamblea (VER ad 1.77).
text
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v92, el adivino irreprochable
El epíteto irreprochable es tradicional y se atribuye a
numerosos personajes, sin que parezca haber un rasgo que los unifique.
Parece probable que no quiera decir más que ”noble”.
text
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v93, aquel de un voto no se queja…
Se observa aquí el primer ejemplo en el texto de la
frecuentísima “catchword technique” (o “técnica de palabra retomada”),
en la que un discurso responde a otro tomando una frase o una palabra
que aparece en aquel. Vale la pena destacar también que estos dos versos
iniciales de la respuesta de Calcas retoman el punto en que su anuncio
se interrumpió en su primera intervención (en el v. 76, VER ad 76), otro rasgo típicamente homérico.
text
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v95, ni le devolvió…
Vale la pena destacar la forma en que estos dos versos retoman
los vv. 11-13, primero con la mención del sacerdote y luego con la
reiteración de los dos elementos que aparecen en el v. 13, la hija y el
rescate.
text
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v97, λοιγὸν
adoptamos la lectura de Aristarco, con la mayoría de los editores modernos (contra West).
La traducción del texto que dan la mayoría de los manuscritos (οὐδ’ ὅ
γε πρὶν λοιμοῖο βαρείας χεῖρας ἀφέξει) sería “él no quitará las pesadas
manos de la plaga”.
translation
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v98, la joven de ojos vivaces
Este es el único caso en el que el adjetivo helikópida
se aplica a una mujer, aunque es común en la fórmula helíkopes achaoí
(“aqueos de ojos vivaces”). El significado del adjetivo no es claro,
pero probablemente se refiera a una característica de la forma de los
ojos.
text
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v99, sin pago, sin rescate
Apolo demanda de Agamenón un sacrificio mayor que el de la
hecatombe que será mencionada inmediatamente. La afrenta cometida por el
rey lo deja, por así decirlo, sin el pan y sin la torta. Es su reacción
a esto lo que desencadenará los eventos centrales del poema.
text
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v100, Crisa
VER ad 37.
text
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v102, Agamenón de vasto poder
El epíteto es casi exclusivo de Agamenón; solo en Il. 11.751
se aplica a Poseidón. La “vastedad” del poder en ambos casos es
geográfica y se refiere al alcance de sus áreas de influencia.
text
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v106, Nunca jamás me dijiste algo positivo
La frase no debe entenderse solo como un insulto genérico,
puesto que Calcas fue quien ordenó, cuando la flota griega estaba
estancada en Aulis por la falta de viento, sacrificar a Ifigenia, la
hija de Agamenón, para aplacar la ira de Ártemis que el rey provocó al
compararse con ella en el arte de la cacería. A pesar de lo acertado del
consejo, en la medida en que permitió que la flota zarpara, Agamenón
tenía buenos motivos para estar resentido con el adivino.
text
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v111, Criseida
El personaje de Criseida no tiene más rol en la Ilíada que
el de ser una cautiva de Agamenón; incluso su nombre no es más que un
patronímico (“hija de Crises”). A diferencia de Briseida (VER ad 1.182),
no tiene ningún discurso en el poema y, como su padre, desaparece de la
trama una vez que es rescatada más adelante en este mismo canto.
text
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v113, tenerla en mi casa
Como al dirigirse a Crises (VER ad 1.31), Agamenón
enfatiza aquí su deseo de convertir a Criseida en su concubina,
destacando ahora que la considera superior a Clitemnestra, su esposa.
text
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v114, legítima esposa
La frase aparece tres veces en Ilíada. Aquí, referida a
Clitemnestra, que, conspirando con su amante, matará a su marido la
misma noche en que vuelva de Troya; en el v. 13.626, referida a Helena,
sobre cuya fidelidad no es necesario extenderse; y en el v. 19.298,
donde Briseida, la cautiva de Aquiles que tomará Agamenón, se lamenta
por la muerte de Patroclo recordando que él le había prometido hacerla
la “esposa legítima” del héroe, algo que no sucedería nunca. Como puede
verse, la fórmula se utiliza en contextos donde su valor literal aparece
siempre invertido.
text
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v115, ni en cuerpo ni en figura…
El verso constituye un resumen de lo que se esperaba de una
mujer en el periodo, es decir, belleza, inteligencia y capacidad de
realizar las tareas femeninas (fundamentalmente, el tejido y el hilado).
text
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v117, Yo deseo…
La expresión es algo extraña en griego y el “yo” tiene un lugar
prominente (como en español, en griego la explicitación del pronombre
es infrecuente y enfática). En los tres versos que siguen el pronombre
de primera persona aparecerá dos veces más, una acumulación que revela
el evidente egocentrismo de Agamenón.
text
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v118, prepárenme enseguida
El pedido contrasta con el aparente desinterés con el que Agamenón acaba de aceptar ceder a Criseida.
text
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v118, botín
Géras, uno de los símbolos fundamentales del estatus
heroico de un personaje, junto con la gloria (kléos), la excelencia
(areté; VER ad 1.91) y la honra (timé; VER ad 1.159), de particular
importancia porque constituye la única prueba material de las otras tres
cualidades. En teoría, el tamaño del botín debería corresponder a la
excelencia de un guerrero, una regla cuya violación por parte de
Agamenón desatará el enojo de Aquiles. Merece destacarse que la palabra
se repite en este verso y en los dos siguientes (en el 119 dentro del
adjetivo agérastos, “sin botín”), señalando la ansiedad de Agamenón por
el tema.
text
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v121, de pies rápidos
La palabra podárkes provee una variante para la fórmula
podàs okús (“de pies veloces”, VER ad 1.58), que en el original griego
sirve de alternativa con otro valor métrico.
text
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v122, φιλοκτεανώτατε
este hápax es de difícil traducción; la habitual interpretación
“codicioso” tiene connotaciones negativas que, como observan los
comentaristas, no parecen adecuadas para la sociedad heroica.
Como en otros casos, hemos interpretado la unicidad del término como una
oportunidad para utilizar palabras inhabituales en traducciones
homéricas; “angurriento” busca conservar la suave reprimenda de Aquiles
(VER Nota ad 1.122), sin caer en la acusación moralista de las
traducciones usuales.
translation
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v122, el más glorioso, el más angurriento
La aparente contradicción entre la alabanza y el insulto debe
matizarse bastante, puesto que la gloria era una valoración objetiva
entre los héroes griegos, no una virtud (VER ad 1.279), y el amor
a la ganancia no es considerado un defecto en sentido estricto cuando
se mantiene dentro de límites adecuados. Nuestra traducción
“angurriento” pretende conservar la suave reprimenda que parece estar
implicada aquí, que no debe ser tanto el amor a la riqueza como la
manera en que aquí se coloca por encima del derecho de los demás a
conservar sus posesiones. Podría decirse que Aquiles abre su discurso
con una descripción de la fama de Agamenón como un rey poderosísimo y
muy afín a incrementar sus posesiones.
text
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v123, magnánimos Aqueos
Los aqueos megáthumoi, de “grandes ánimos”. El sentido
griego no tiene de ninguna manera las connotaciones caritativas de la
palabra española, sino un valor, como es natural, ligado a la excelencia
(acaso a la resistencia) de los ánimos oratorios y guerreros.
text
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v124, bienes comunes
No se refiere a un lote de propiedad comunitaria, sino a bienes
saqueados de pueblos y ciudades aun no repartidos. En la sociedad
heroica, el procedimiento de distribución del botín se basa en la gloria
y poder individual: todos los que participaban del saqueo colocaban lo
que habían obtenido en una pila comunitaria y los líderes repartían la
parte de cada uno en función de la excelencia demostrada en el combate.
text
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v126, παλίλλογα
este hápax parece implicar literalmente “juntados de nuevo”,
pero el sentido es imposible de conservar en español sin una
considerable paráfrasis. Hemos preferido, por eso y contra nuestra
conducta en la mayor parte de los casos, no conservar en este verso la
redundancia homérica.
translation
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v128, el triple y el cuádruple
Un escoliasta comenta que estas son las proporciones que pueden
deberse a un acreedor y “el triple” vuelve a repetirse más adelante en
este mismo canto (VERSO); es posible incluso pensar que “el cuádruple”
se agrega aquí a una expresión estándar para satisfacer el carácter
angurriento de Agamenón (VER ad 1.122).
text
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v128, si alguna vez Zeus
Una expresión formulaica similar a nuestro “si Dios quiere”,
aunque, naturalmente, con un sentido mucho más literal en la mentalidad
antigua.
text
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v129, concede
Reproducimos en el español la ausencia de objeto indirecto del
griego; Aquiles no aclara a quién le podría conceder Zeus saquear Troya,
lo que, en el presente contexto, no puede ser un accidente. Merece
destacarse también la estructura quiástica de este verso, donde
“concede” y “saquear” rodean a “ciudad” y “bien amurallada” que rodean a
Troya que, como puede verse, está bien amurallada en la realidad y en
el poema.
text
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v129, Troya, bien amurallada
Aunque la expresión es formulaica y se aplica a Lirneso, donde
Aquiles capturó a Briseida, en 16.57, es casi exclusiva de Troya, lo que
sugiere una conexión con el mito según el cual las murallas de la
ciudad fueron construidas por Poseidón y Apolo en castigo de un
levantamiento contra Zeus, a causa del cual este los condenó a servir a
Laomedonte, fundador de la ciudad. Como obra de los dioses, las murallas
eran, por supuesto, indestructibles. Además de esta base mitológica, la
tradición debe haber conservado memoria (o, acaso, el poeta o alguno de
sus predecesores conoció las ruinas) del importante muro defensivo que
rodeaba la ciudad histórica. Este muro “externo”, dado que había uno
interno alrededor de la “ciudad alta”, tenía unos 3,5 m. de ancho por 2
de profundidad y forma de U en la parte sur y este en el siglo XII a.C.
La ciudad rodeada por él tenía cerca de 27 ha. Leer más: Crespo Güemes,
E. (2017) “La historicidad de la guerra de Troya: progresos recientes”,
en Piquero Rodríguez, J. y Quílez Bielsa, J. (eds.) Desmontando mitos. ¿Ocurrió realmente como nos lo han contado?, Madrid: Sociedad Española de Estudios Clásicos, 13-28.
text
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v131, aunque seas noble
La fórmula agathós per eón se repite seis veces en
Ilíada, en general el contexto de una advertencia o consejo. La palabra
que traducimos por “noble” (agathós) tiene en griego un valor similar
que la española, porque indica tanto cualidades morales positivas como
la pertenencia a un determinado grupo social. Ambos conceptos, por
supuesto, eran inseparables en el pensamiento heroico (aunque, como
demuestra Agamenón, no en la práctica).
text
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v132, me engañés con el pensamiento
la palabra griega klépte quiere decir “ocultar”,
“esconder” y “robar”, lo que sugiere en este contexto la idea de que
Agamenón está acusando a Aquiles de “ocultarle” sus verdaderas
intenciones, es decir, dejarlo sin botín. El sentido “engañar” de la
palabra (solo en este pasaje en Homero, pero aparece varias veces en
Hesíodo), que está bien registrado, se deriva en última instancia de
este modo de razonamiento.
text
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v133, acaso querés…
En todo lo que sigue (por lo menos hasta el verso 139) las
dificultades sintácticas son considerables. El discurso de Agamenón es
trabado, mal articulado y está plagado de pensamientos interrumpidos. Es
plausible atribuir esto, por un lado, a su enojo por tener que entregar
a Criseida y, por el otro y más en general, a la caracterización
negativa en varios sentidos que el poema va realizando del personaje.
text
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v136, ὅπως ἀντάξιον ἔσται
entendemos la construcción como final, pero reproducimos en
español la ambigüedad del ὅπως en el pasaje con la traducción “de modo
que…”.
translation
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v137, ἐγὼ δέ κεν αὐτὸς ἕλωμαι
δέ y el comienzo del verso 139 sugieren que esta frase debe
tomarse como una parentética o una aclaración sobre lo que pasará si
Agamenón no recibe el botín, más que como una segunda parte de la
condicional.
translation
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v138, ἰὼν γέρας
sin duda la construcción es más trabada en español que en
griego, donde el orden de palabras es más libre, pero entendemos que el
retorcimiento sintáctico es adecuado al contexto del discurso de
Agamenón.
translation
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v138, el tuyo
Agamenón lista aquí a los tres principales héroes del ejército,
Aquiles, Áyax y Odiseo. Es claro que el objetivo es mostrar que él es
el más poderoso y puede tomar el botín de quien desee.
text
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v138, Áyax
Áyax el Grande o Áyax de Salamina, el segundo mejor combatiente
del ejército aqueo, hijo de Telamón, hijo de Éaco y por lo tanto primo
de Aquiles (VER ad 1.1). Tendrá un papel preponderante a lo largo
del poema, pero la parte más famosa de su leyenda (su suicidio luego de
que los aqueos decidieran darle las armas de Aquiles a Odiseo) no es
relatada en Ilíada.
text
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v138, Odiseo
El famoso héroe cuyas aventuras al volver de Troya se relatan en Odisea.
Hijo de Laertes y rey de la isla de Ítaca, al oeste del Peloponeso. Se
disputa con Áyax el Grande el estatus del segundo después de Aquiles,
aunque Áyax se caracteriza por su fuerza mientras que Odiseo por su
ingenio.
text
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v139, ἄξω ἑλών
la traducción literal sería «lo conduciré habiéndolo tomado», y
es la que hemos contemplado como más «apropiada» respecto al original.
Sin embargo, el tono del pasaje, el hecho de que los presentes tienen en
español una «futuridad» implícita y el que el participio aoristo aquí
sólo indica temporalidad que se conserva en la coordinación, hemos
preferido la más coloquial que dejamos. Además, el breve y contundente
final de la frase de Agamenón sólo puede preservarse de esta manera.
translation
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v139, Lo agarro y me lo llevo
Debe destacarse en este cierre de la amenaza y en todo lo que
lo precede el egocentrismo de Agamenón, que se toma atribuciones que no
le pertenecen en un ejército de coalición donde él es solo el primus inter paris (VER
ad 1.54). Más tarde, cuando efectivamente tome el botín de Aquiles, no
será él quien lo haga sino que enviará a sus heraldos.
text
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v141, una negra nave
Las naves antiguas eran cubiertas con alquitrán para protegerlas de la humedad y el desgastes, de ahí el epíteto “negras”.
text
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v143, de bellas mejillas
Kallipáreos es un epíteto habitual para las doncellas,
aunque casi la mitad de sus apariciones en Ilíada están en el canto 1 y
corresponden a Criseida (como aquí) o a Briseida (a quien también se le
atribuirá en 19.246 y 24.607).
text
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v144, el portavoz
El boulephóros o “portador del consejo”, un epíteto
habitual para los héroes en Ilíada, sobre todo en el contexto de las
asambleas, que en este pasaje debe entenderse acaso en sentido pasivo,
es decir, como el encargado de llevar a Crisa la decisión del consejo de
los aqueos.
text
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v145, Idomeneo
Rey de Creta y, por lo tanto, el rey más rico y poderoso del contingente aqueo después de Agamenón, aunque su papel en Ilíada está
bastante restringido. Nieto del famoso rey Minos y bisnieto de Zeus,
como en los casos de Áyax y Odiseo (VER ad 1.138) su leyenda más famosa
(su promesa de sacrificar a Poseidón el primer ser vivo que viera al
volver a su casa si le concedía un regreso a salvo, siendo este su
propio hijo) no es relatada en el poema.
text
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v146, el más grande de todos
La mención de Aquiles de nuevo aquí, al final de la lista, ha
sido considerada por Kirk como un último insulto de Agamenón al héroe.
El pasaje es bastante ambiguo, de todos modos, y no es del todo claro si
ekpaglótatos pánton debe ser entendido como un insulto o como
una ironía. Lo único que sí parece certero es que la alusión es a las
cualidades físicas de Aquiles, no a sus dotes de guerrero ni
intelectuales.
text
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v148, mirándolo fiero
Hypódra es, literalmente, “por debajo de las cejas”, lo
que sugiere una mirada de enojo con la cabeza algo baja y el ceño
fruncido. La fórmula es habitual para respuestas ante insultos y otro
tipo de ofensas.
text
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v149, ὤ μοι
la traducción habitual “¡Ay de mí!” para ὤ μοι tiene dos grandes
defectos: no refleja la fuerte expresión de indignación en el original
griego y ha perdido todo valor como expresión oral verdadera en español,
quedando como una forma anquilosada para textos “clásicos”. No hemos
hallado una solución del todo satisfactoria, pero nuestra traducción al
menos conserva el fuerte valor expresivo del original.
translation
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v149, ¡Ahhh…!
La expresión griega es ó moi, que suele traducirse por
“¡Ay de mí!” y se utiliza como interjección para la expresión de
emociones negativas, como el dolor, el miedo y, como aquí, la
indignación.
text
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v149, Cubierto de desvergüenza
La traducción casi literal de anaideíen epieiméne, que
no puede conservar el sentido fundamental del concepto de aidós en el
poema. La palabra apunta al temor producido por la mirada de los otros,
sobre todo de aquellos que uno respeta, por lo que está intrínsecamente
vinculada a la reputación y gloria, el valor más elevado en la sociedad
heroica homérica. Este primer insulto de Aquiles, por eso, puede
entenderse de dos maneras (y es casi seguro que debe entenderse de las
dos al mismo tiempo): en sentido activo, asumiendo que Agamenón es
indiferente ante la mirada de los demás, y en sentido pasivo, implicando
que carece del respeto de sus pares.
text
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v149, ventajero
Interpretamos la palabra kerdaleófron en el sentido de
“preocupado solo por tu propio beneficio”; es claro que está vinculada
al “angurriento” que utiliza Aquiles en su primer discurso a Agamenón
(VER ad 1.122).
text
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v152, yo no vine a causa…
La mitología cuenta que muchos de los héroes aqueos fueron
reticentes a participar de la expedición contra Troya; Aquiles, por
ejemplo, se disfraza de mujer para evitar a los enviados de Agamenón.
Estaban, sin embargo, obligados por un juramento a participar: antes de
competir por la mano de Helena, Agamenón los obliga a prometer que
protegerían al ganador, que resultó ser Menelao. Naturalmente, este
juramento implicaba que debían reaccionar contra Paris cuando este se
llevó a Helena a Troya.
text
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v154, nunca se llevaron mis vacas ni tampoco mis caballos
El robo de ganado era una actividad típica en la época heroica y
no era considerado ignominioso para un héroe. De hecho, en ocasiones
podía constituir una hazaña considerable (como en el caso del robo de
las vacas de Geriones por Heracles). Era un deber de los reyes
garantizar la restitución por estos robos a través de la acción militar.
text
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v155, Ftía
En el norte de Grecia, en torno al monte Otris, en la parte
continental al oeste de Eubea. El reino fue fundado por Éaco, abuelo de
Aquiles.
text
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v158, gran sinvergüenza
Aquiles insiste de nuevo (VER ad 1.149) en el deficiente aidós de Agamenón.
text
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v159, honra
La primera aparición en el poema del importante concepto de timé,
uno de los símbolos fundamentales del estatus heroico de un personaje,
junto con el botín (géras; VER ad 1.118), la gloria (kléos) y la
excelencia (areté; VER ad 1.91). La “honra” homérica es una combinación
del estatus y el reconocimiento de los demás producto de ese estatus. Es
una consecuencia de la propia excelencia, aumenta la gloria y debería
ser premiada con un botín correspondiente. Es este último punto lo que
Aquiles está criticando aquí: su esfuerzo no está produciendo un aumento
en su honra ni en su botín, sino que está siendo acaparado por los
Atridas.
text
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v159, cara de perro
VER ad 1.4. El insulto no se limita a las facciones de
Agamenón; en sentido metafórico, su “cara de perro” implica que consume
los cadáveres de los caídos en batalla para conseguir honra, una
acusación coherente en el contexto de este discurso de Aquiles.
text
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v161, καὶ δή
traducimos con “y para colmo” este enfático giro del discurso de Aquiles.
translation
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v161, vos mismo
Una suave catchword (VER ad 1.93), retomando el autós
del verso 137 y géras, que Agamenón repite tres veces en seis versos
(1.133, 135 y 137). La reacción de Aquiles es ciertamente entendible: no
solo él hace todo el trabajo y Agamenón se lleva la recompensa, sino
que ahora lo amenaza con ir él mismo, no a conseguirse su propio botín,
sino a robar uno ajeno.
text
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v162, me esforcé
Literalmente, “trabajé y sufrí dolores”, puesto que ese es el sentido del verbo mogéo.
text
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v162, los hijos de los aqueos
Una fórmula común para referirse a los griegos, sin ninguna diferencia con el simple “aqueos”.
text
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v163, οὐ μὲν … ποτε
traducimos este giro con “nunca jamás”, entendiendo el μὲν como enfático.
translation
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v163, Nunca jamás…
El quid de la cuestión y el centro de la acusación de
Aquiles, que es el mejor guerrero griego pero no recibe ni botín ni
honra a la altura de su excelencia (VER ad 1.118 y 1.159).
text
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v164, saquean una bien habitada ciudad…
Está implicado en numerosas partes del texto que “Troya” no es solo una ciudad sino
un área de influencia que alcanza lugares como Crisa (VER ad 1.37),
Cila (VER ad 1.38) y Lirneso. La evidencia arqueológica confirma esto,
puesto que en las tablillas hititas es claro que Wilusa es un reino, no
una ciudad sola. Resulta natural que en un poema que se ocupa casi
exclusivamente de un sitio, este aspecto de la guerra resulte algo
marginado.
text
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v166, el reparto
El dasmós, la distribución del botín saqueado de un pueblo o ciudad.
text
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v169, Ahora me voy
Las amenazas de Aquiles tienen una gradación que comienza con
esta de volver a su reino y dejar a los aqueos sin el apoyo de su
fundamental contingente. Las intervenciones de Agamenón, Atenea y Néstor
irán modificando su actitud para un lado o el otro, sin que el poeta
señale esto de forma explícita. Un proceso similar se observa en el
canto 9, con las respuestas que Aquiles va ofreciendo a los tres
embajadores.
text
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v171, deshonrado, conseguir ganancia y riqueza
El discurso se cierra con un bellisimo contraste entre la
situación de Aquiles, sin la honra que corresponde a su excelencia y su
gloria, y la de Agamenón, cuyo interés central es la ganancia material,
no la honra ni la excelencia.
text
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v173, φεῦγε μάλ᾽
literalmente “huye mucho”, pero casi con certeza un gesto de
desprecio por parte de Agamenón ante la amenaza de Aquiles. De ahí
nuestra traducción “Adelante, huí”.
translation
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v174, junto a mí
En dos versos, tres pronombres de primera persona, dos de ellos
enfáticos (y el otro, emeîo, fonéticamente prominente). La personalidad
de Agamenón se revela en toda su gloria.
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v175, me honrarán
Agamenón retoma aquí uno de los puntos claves del discurso de Aquiles, la cuestión de la honra, que atravesará todo el canto.
text
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v175, ingenioso
La mêtis era un atributo fundamental de Zeus, al punto
que en algunas versiones Metis fue su primera esposa y él la devoró al
recibir el oráculo de que un hijo suyo sería más poderoso que su padre.
Devorada Metis embarazada, Zeus da a luz a Atenea desde su cabeza.
text
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v175, Zeus
La mitología confirma hasta cierto punto la relación de la casa de Atreo con Zeus, no solo porque este era su ancestro (VER ad 1.7),
sino también en mitos como el de Tántalo, que compartía la mesa de los
dioses, o el del propio Atreo, para quien Zeus hizo retroceder el sol en
el cielo. Aquí, sin embargo, hay una clara ironía trágica, puesto que
el dios hará pagar el exceso de Agamenón contra Aquiles con una matanza
en el ejército aqueo.
text
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v176, Los reyes nutridos por Zeus
Según Hesíodo, “los reyes son de Zeus” (Th. 96), lo que
explica por qué recaía en ellos el sacerdocio del dios. La lógica es la
misma que en el dios mensajero de los mensajeros (Hermes) o el dios
herrero de los herreros (Hefesto).
text
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v177, La discordia
La discordia era una diosa, Eris, que tiene un rol fundamental
en el comienzo de la guerra de Troya porque es la que arroja en la boda
de Tetis y Peleo (padres de Aquiles), a las que fueron invitados todos
los dioses menos ella, la manzana dorada “para la más bella”, iniciando
la disputa entre Hera, Atenea y Afrodita que culminará con el robo de
Helena. En este verso puede verse la compleja relación entre un concepto
abstracto y su personificación, que es indisoluble en el pensamiento
mitológico. La discordia aparece coordinada, pero en un lugar aparte,
con las guerras y los combates.
text
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v178, acaso un dios te otorgó eso
Probablemente no debe entenderse en el sentido de que “porque
te lo dio un dios, no es un mérito”, porque esta noción parece por
completo ajena al pensamiento homérico. Más bien, la observación de
Agamenón es que un dios le dio a Aquiles ser muy fuerte, mientras que a
él le concedió Zeus el dominio sobre todos los demás. Esto es coherente
el “gobierna a tus mirmidones” del v. 180, donde parece implicado un
“mientras yo gobierno a todo el resto”.
text
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v180, Μυρμιδόνεσσιν
traducimos con el posesivo para preservar el sentido que parecen tener estas palabras de Agamenón, sobre el cual VER Nota ad 1.178. Si bien no es la interpretación más sencilla del griego, es claro que es una traducción admisible.
translation
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v180, tus mirmidones
Los compañeros de Aquiles y soldados de su contingente de tropas. El nombre proviene, de acuerdo con la leyenda, de la palabra mýrmex,
“hormiga”, porque, después de una gran plaga que acabó con la población
de la isla de Egina, Éaco, que reinaba en el lugar en ese momento, pide
a Zeus que repueble el lugar y este convierte a las hormigas del lugar
en seres humanos. Existen, sin embargo, otras versiones antiguas de la
etimología.
text
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v181, Te amenazaré así
De nuevo una catchword (VER ad 1.93), en este caso con
el v. 1.161. Agamenón no está haciendo nada más que confirmar lo que
Aquiles anunció en su discurso. Las repeticiones continúan en el verso
siguiente, con el verbo “arrebatar”, retomado del mismo verso del
discurso de Aquiles.
text
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v183, mi nave y mis compañeros
De nuevo una acumulación de pronombres de primera persona, esta
vez cuatro en tres versos. Es notable que Agamenón no solo contradice
lo que dijo antes (1.141-147), sino también lo que de hecho sucede,
puesto que será Odiseo con una nave suya el que lleve a Criseida a su
padre. Son estas pinceladas las que el poeta utiliza para construir la
personalidad de sus héroes.
text
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v184, Briseida
Aunque solamente tiene un discurso (en 19.282-302) y, como en el caso de Criseida (VER ad 1.111,
su nombre puede considerarse un patronímico, Briseida es un personaje
en el sentido más pleno de la palabra en Ilíada, dado que sus pocas
apariciones y los escasos versos en los que habla bastan para conocer su
historia y el desarrollo de su figura. Esto debe haber sido observado
por autores posteriores (o anteriores, si Briseida no fue un invento de
Homero), porque existen indicios de que el personaje aparece en otros
textos. Alternativamente podría pensarse que en Ilíada se le ha
concedido un espacio menor a una figura mucho más importante en otros
poemas de la tradición; esta posibilidad, sin embargo, parece
incompatible con el hecho de que Briseida es apenas una cautiva de
Aquiles.
text
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v185, Tu tienda
En el campamento aqueo hay dos niveles claramente separados, las naves, más cerca del mar, y las tiendas. La actividad diaria,
hasta donde puede verse, transcurría exclusivamente en las segundas o
al aire libre. Esto no va en detrimento de que “las naves” por momentos
se utilice como sinónimo de “el campamento” (VER ad 1.12)
text
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v186, superior
Parece haber aquí un contraste implícito con el “muy fuerte” en el verso 178 (más evidente en griego, donde se trata de kárteros
frente a phérteros en la misma ubicación del verso). Agamenón remarca
que la mera fuerza marcial de Aquiles no es nada frente a su poder como
gobernante.
text
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v187, decirse igual a mí y equipararse
Una redundancia habitual, con un notable valor retórico en el
cierre de un discurso con el que Agamenón pretende mostrarse como el
hombre más poderoso del ejército con una autoridad indiscutible.
text
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v188, el corazón
La sede del pensamiento entre los griegos de la época arcaica
no se localizaba en el cerebro, sino en el tórax e incluso en el
abdomen. La mención del corazón aquí (que, como entre nosotros, era la
sede de las emociones) sugiere que Aquiles no está meditando en sentido
racional sino definiendo si dar rienda suelta o contener su ira. La idea
de “debatirse entre dos cosas” que aparece en el verso siguiente es
tradicional y muy habitual sobre todo en Odisea (aunque diándicha aparece solamente en Ilíada).
text
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v190, la aguda espada
Los héroes homéricos tiene un equipamiento estándar. Las armas
de ataque son dos, la lanza y la espada, que, en contadas ocasiones,
pueden ser reemplazadas por el arco. Las espadas eran de bronce y
constituían un arma secundaria respecto a las lanzas; eran utilizadas
para el combate individual cuando los héroes ya habían arrojado las
segundas y no podían recuperarlas y se llevaban en una vaina que colgaba
al costado de la cadera. Es notable que todas las heridas realizadas
por espadas en la Ilíada son fatales. Debe recordarse también que
las armas del periodo micénico eran de bronce, un material más frágil y
menos filoso que el hierro o el acero.
text
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v191, los haría pararse
El referente no está claro, pero deben ser los compañeros de
Agamenón mencionados en el v. 1.183, o bien el resto de los héroes
aqueos. El sentido parece ser “los haría pararse para intentar
contenerlo”.
text
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v194, Atenea
Diosa hija de Zeus (VER ad 1.175), protectora de los
artesanos y los guerreros. En Ilíada es la principal defensora, junto
con Hera, de los aqueos. Era considerada también diosa de la sabiduría
y, por eso, ya desde la Antigüedad se ha interpretado esta intervención
para contener a Aquiles alegóricamente.
text
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v200, tremendos le brillaban los ojos
Los ojos le brillaban deinó, una palabra de difícil
traducción que indica algo que causa impresión y temor. El pasaje es
notable, como muchos otros en el poema, por su carácter cinematográfico:
de una toma de Aquiles con la mano sobre su espada se pasa a una
secuencia de Atenea bajando del Olimpo, colocándose detrás del héroe y
tirándole del cabello; la cámara hace entonces un primer plano sobre la
cara de Aquiles, sorprendido y dándose vuelta, momento en el cual se
mueve hacia un primerísimo plano sobre los ojos tremendos de la diosa.
text
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v201, aladas palabras
La fórmula es extremadamente común para introducir discursos,
pero no por ello debe perderse de vista su sofisticado sentido
metafórico: las palabras son como pájaros que vuelan del que las
pronuncia hasta el que las escucha.
text
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v202, τίπτ᾽ αὖτ᾽
el énfasis en la traducción proviene del αὖτ[ε], que entendemos
aquí como marcando el valor retórico de la pregunta. Como demuestra el
verso que sigue, Aquiles no está realmente preguntándose la razón por la
que Atenea bajó del Olimpo.
translation
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v202, portador de la égida
Un epíteto habitual de Zeus que también se atribuye a Atenea
(2.447) y Apolo (15.229), aunque no es claro si la primera lleva la
égida de Zeus o tiene una propia (descripta en 5.738-742). La palabra aigíochos (“portador
de la égida”) proviene de aigís (“piel de cabra”, y por lo tanto
“vestido” o “manto”), que a su vez es un derivado de aίx (“cabra”). La
égida de Zeus era un manto, vestido o escudo hecho con la piel de la
cabra Amaltea, que amamantó a Zeus cuando este era un bebé escondido en
el monte Ida para evitar que lo devorará su padre Cronos. El portador de
la égida es invulnerable y tiene la capacidad de aterrorizar a sus
enemigos, por lo que la fórmula es adecuada después de la descripción de
Atenea en el v. 200.
text
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v203, la desmesura
La hýbris de Agamenón, una palabra con una enorme carga
simbólica en la tradición griega. De las cinco apariciones del término y
sus derivados en Ilíada, tres se refieren a las acciones del rey contra
Aquiles (además de este, 1.214 y 9.368). El concepto se refiere a una
arrogancia y presunción excesivas, así también como a las acciones que
estas llevan a cometer. En general, incurrir en hýbris en Homero es
transgredir las normas aceptadas en la sociedad o considerarse por
encima de las leyes de los dioses.
text
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v205, θυμὸν ὀλέσσῃ
contra nuestra costumbre habitual de preservar la traducción de
palabras clave, traducimos aquí θυμός por “vida”, puesto que la frase
θυμὸν ὀλέσσῃ no parece ser más que una variante métrica de ὀλέσσῃ ψυχήν y
utilizar “perderá el ánimo” se presta a la interpretación equivocada
“quedará desanimado”.
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v206, ojos refulgentes
Los ojos “glaucos” de Atenea, un rasgo distintivo de la diosa.
Aunque no hay acuerdo unánime sobre el significado del epíteto, el
consenso general es que proviene de glaukós, “brillante”, una
palabra que más tarde se utilizará para un color verde azulado.
Alternativamente, podría provenir de glaúx, “lechuza”, lo que resulta
coherente con el hecho de que este animal era el símbolo de la diosa.
Una posibilidad verosímil es que ambas cosas sean ciertas y que el
epíteto se refiera a la forma en que los ojos de las lechuzas brillan en
la oscuridad por sus propiedades reflectantes; de ahí nuestra
traducción “refulgentes”.
text
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v208, pues me envió…
Se encuentra aquí el primer caso de repetición casi textual de
un pasaje anterior, con una distancia de pocos versos. Esto es muy
frecuente cuando un mensajero reproduce un mensaje o, como en este caso,
un enviado informa sobre su propósito. Debe recordarse que los
receptores originales escuchaban el poema, no lo leían, por lo que
volver atrás para verificar información era imposible. La repetición
mejora la comprensión de los eventos y, además, es mucho menos pesada
que en el texto escrito.
text
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v211, ὡς ἔσεταί περ
la frase podría ser una comparativa, con el sentido de
“repróchale, que es lo que realmente va a pasar”, u objeto del
imperativo, con el sentido de “dile lo que realmente va a pasar”. Hemos
optado por la segunda alternativa, pero debe notarse que la
desambiguación en español se halla únicamente en la forma escrita, a
través de la tilde en “cómo”.
translation
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v213, el triple
Un número estándar, que se cumplirá con creces en el canto 19 (VER ad 1.128).
text
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v217, pues así es mejor
Aquiles repite el “mejor” (ámeinon) de Agamenón en el v.
1.116, lo que subraya el contraste entre ambos héroes. Aunque Agamenón
acepta devolver a Criseida, lo hace solo después de la plaga y con la
condición de que se le restituya el botín, aunque esto implique violar
las normas de la convivencia en el ejército. Aquiles, por otro lado,
contiene su ira ante la sola orden de una diosa.
text
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v218, al que obedece
Una nueva gnóme o sentencia (VER ad 1.80) que, como
suele suceder, aparece como explicación de la actitud de Aquiles. En
este contexto, la frase podría entenderse también como una prolepsis,
puesto que más adelante en el canto Zeus atenderá al pedido del héroe
(realizado por su madre).
text
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v222, deidades
La palabra griega es daímonas, acusativo plural de
daímon. El término es difícil de traducir, puesto que, aunque se refiere
a los dioses, es un concepto más primitivo ligado a la idea de poderes
sobrenaturales que manejan la naturaleza y a los hombres. No es sinónimo
de theós (“dios”), pero se utiliza a veces como si lo fuera (como en
este caso). En sentido general, a un daímon se responsabiliza de todos
aquellos eventos que escapan a la comprensión inmediata pero los seres
humanos no saben atribuir a la intervención de un dios específico.
text
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v224, detuvo su ira
El contraste entre “contener” (paúo) y “detener” (légo)
está implicado en la aparición de los verbos en los vv. 207 y 210, en el
discurso de Atenea. La ira de Aquiles pasa ahora a una nueva fase, la
del rencor (cf. los vv. 1.81-83), en la que estará durante la mayor
parte del poema.
text
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v225, Barriga de vino
El estilo elevado de la poesía homérica impide traducir como
quizás se debería “borracho, hiena y cobarde”. Las tres expresiones son
únicas y ya desde la Antigüedad fueron consideradas un ataque salvaje a la figura de Agamenón. Sobre la figura del perro VER ad 1.4.
text
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v226, nunca armarte…
Con una técnica típicamente oral, Aquiles elabora sobre el
último concepto del verso anterior (“corazón de ciervo”, es decir,
“cobarde”).
text
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v227, la emboscada
De la misma manera que ni el robo de ganado ni la mentira eran
considerados ignominiosos, sobre todo en la guerra, la participación en
una emboscada (lóchon), por la dificultad de su ejecución y el
esfuerzo físico y mental que conllevaba, estaba reservada a los mejores
guerreros y era particularmente admirada. Solo los más nobles
participaban, por lo que este verso debe entenderse en contraste con el
anterior, en el que se dice que Agamenón no se arma “con el pueblo”, es
decir, para la batalla campal.
text
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v230, arrebatar dones
Los dones son los dóra (sg. dóron), una palabra con un
sentido algo más amplio que la española, puesto que se refiere en
general a los bienes que son otorgados, incluyendo las ofrendas a los
dioses; esta repartición no es por mera generosidad sino que se realiza
atendiendo a la timé del destinatario. Aquí, por supuesto, se refiere al
botín de Aquiles. Nótese la repetición del concepto de “arrebatar”, que
aparece una y otra vez en este diálogo (VER ad 1.181).
text
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v231, Rey tragapueblos
Demobóros, una palabra que hemos traducido casi
literalmente. El dêmos es el pueblo en el sentido amplio de “lo
público”, sea referido a la tierra común o a la gente. Por derivación se
aplica a la plebe, actuando como sinónimo de laós (VER ad 1.10). Aquí
el insulto debe entenderse casi en nuestro sentido moderno de “corrupto”
o “consumidor de los bienes comunes para el propio beneficio”.
text
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v231, gobernás pusilánimes
La palabra griega que hemos traducido con “pusilánimes” es outidanós,
que podría interpretarse como “que no sirven o no valen para nada”.
Aquiles se refiere, por supuesto, a los argivos, es decir, a las tropas
que dependen directamente de Agamenón, no a todo el ejército. El insulto
recuerda las palabras del rey en 1.180, por lo que aquí Aquiles podría
estar implicando “yo gobernaré a unos pocos mirmidones, pero es mejor
que gobernar inútiles”.
text
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v233, un gran juramento
En griego, el hórkos es tanto el juramento que se
realiza como el objeto por el que se jura, en muchos casos al mismo
tiempo, puesto que la idea es que el objeto y el juramento están
intrínsecamente vinculados. Nótese que la digresión del cetro que sigue a
continuación está rodeada por dos apariciones de la frase “gran
juramento”, en una estructura quiástica típica de Homero.
text
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v234, por este cetro
El cetro del orador constituía una parte clave de la dinámica de la asamblea (VER ad 1.58),
porque representaba el orden, en tanto regulaba la palabra, y la ley,
puesto que encarnaba la capacidad de la asamblea de tomar decisiones.
Jurar por este cetro, por lo tanto, tiene un peso simbólico enorme en la
cultura heroica, algo que Aquiles subrayará a continuación con la
digresión.
text
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v234, nunca más
La digresión sobre el cetro constituye una típica écfrasis
(“descripción”) homérica sobre un objeto, que no se limita a señalar sus
características, sino que las describe relatando cómo se produjeron.
Comienza con una expresión que parece constituir un adynaton implícito:
“mi juramento se romperá cuando este cetro engendre hojas”, es decir,
nunca. La aparición de esta imposibilidad, en todo caso, enfatiza el
carácter definitivo de la promesa. Más allá de esto, la descripción se
divide en tres partes sucesivas: el cetro cuando era una rama (“nunca
más”), el cetro como objeto que está siendo trabajado (“después de que
dejó atrás”) y el cetro como símbolo de la justicia y la ley (“ahora”).
Las tres partes están enfocadas desde el presente: ahora nunca más dará
hojas, ahora dejó atrás el tronco y, por supuesto, ahora sirve como
símbolo. La secuencia tiene un valor adicional, puesto que marca el paso
de lo natural (la rama) a lo artesanal (el cetro) a lo simbólico (la
justicia); VER ad 1.238.
text
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v238, δικασπόλοι
traducimos con esta paráfrasis “los que cultivan la justicia”
esta rara palabra griega , que no tiene equivalente posible en español.
Se trata de un compuesto de δίκη y πέλω, de la raiz IE -kuolos,
que da en latín colere, es decir, “cultivar” y se haya en otros
compuestos activos como βουκόλος (“boyero”) y αἰπόλος (“cabrero”); Cf.
Risch 197. Se suele entender que el sentido de la palabra está explicado
por la relativa que sigue.
translation
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v238, los que cultivan la justicia y las leyes…
El cierre de la descripción marca el punto en el que la
historia del cetro, su garantía como objeto sobre el que se jura y el
contenido del juramento se entrelazan. Aquiles promete alejarse del
campo de batalla por la transgresión de Agamenón de las leyes de las que
el cetro constituye un símbolo y a la vez una garantía, como
instrumento para regular la palabra en las asambleas.
text
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v242, Héctor matador de varones
Héctor es el hijo primogénito de Príamo, el rey de Troya, y su
esposa Hécuba. Es, además, el mejor guerrero de los troyanos, capaz de
pelear mano a mano con Áyax el Grande (VER ad 1.158). Solo
Aquiles puede derrotarlo, por lo que la expresión en este verso no es
genérica: al ausentarse el héroe del campo de batalla, nadie podrá
contener a Héctor. Este anuncio, por supuesto, se cumplirá en lo que
resta del poema.
text
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v244, al mejor de los aqueos
Hay aquí un contraste implícito con el “cuán superior soy a vos” de Agamenón en el v. 186 (VER ad 1.186),
la oración con la que este cerró su última intervención en el debate.
Si se recuerda que allí había un contraste entre la superioridad de
Agamenón y la fuerza de Aquiles, que el héroe utilice áriston es de
notable importancia, porque refuta la afirmación de 1.91 en donde había
afirmado que “Agamenón se jacta de ser el mejor de los aqueos”. Sobre el
sentido del término, VER ad 1.91.
text
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v244, no honraste nada
Obsérvese la explicitación aquí de la necesaria correlación entre la areté
(la excelencia) y la timé (el honor) debida a un héroe (VER ad 1.159),
que resume la transgresión de Agamenón a los ojos de Aquiles.
text
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v245, tiró al suelo el cetro
Un evidente gesto de desprecio, que parece indicar que Aquiles da por terminada la asamblea.
text
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v247, Néstor
Néstor, el rey de Pilos (VER ad 1.248) , es el más viejo
de los reyes aqueos, hijo de Neleo, hijo de Creteo (o, en algunas
versiones, de Poseidón). En Ilíada aparece como un gobernante poderoso
al que el resto de los reyes escucha por su sabiduría, experiencia y sus
capacidades oratorias (que suelen devenir, como en el discurso que
sigue, en digresiones sobre el pasado muy características de un
personaje anciano). Por su edad en algunas versiones de los mitos se
afirma que participó de la expedición de los argonautas, de la casa del
jabalí de Calidón y en la lucha de los lapitas contra los centauros
(esto último lo dirá él mismo en los versos subsiguientes), gestas
heroicas que preceden en una o dos generaciones a la guerra de Troya.
text
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v248, los pilios
Los habitantes de Pilos, que era un nombre de al menos tres
ciudades, pero en el caso de la de Néstor debe ser la que se halla en el
el sudoeste del Peloponeso, cuyas ruinas fueron encontradas en 1939
cerca de la actual Bahía de Navarino y la actual ciudad de Pilos.
text
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v250, μερόπων ἀνθρώπων
la etimología tradicional de μερόψ, que daba “hombres de voz articulada” ha sido rechazada por Leaf (ad loc.)
y hoy no es aceptada por casi ningún crítico, pero no se ha hallado una
alternativa viable (cf. Kirk I, ad loc. para un resumen de la
cuestión). Fuera cual fuera su sentido original, es claro que para la
época de composición del poema es una forma alargada de decir “seres
humanos”. Transliterar el término puede resultar algo chocante para el
lector, pero no es más que una forma de recuperar la experiencia de los
propios griegos respecto al adjetivo, que lo entendían como parte de la
fórmula sin conocer su verdadero significado.
translation
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v250, hombres meropes
El sentido de merópon es desconocido ya desde la
Antigüedad, y en Homero aparece solamente en la fórmula de este verso en
distintos casos (aunque casi siempre en genitivo) y una vez con
brotoîsin, “mortales”. Nuestra traducción conserva el uso formulaico del
término y, al transliterar la palabra griega, el misterio de su
significado.
text
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v254, ὦ πόποι
la interjección ὦ πόποι se utiliza para expresar sentimientos negativos y, como se observa en Com. Bas. I ad loc., muchas veces para introducir reprimendas.
translation
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v254, la tierra aquea
Por supuesto, en sentido metafórico, referido al lugar que ocupan los aqueos.
text
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v258, los que se destacan…
Nótese el tono conciliador de Néstor, que atribuye tanto a
Aquiles como a Agamenón las cualidades de la excelencia heroica (VER ad 1.77). El anciano entiende el problema, pero su intervención no modificará en absoluto el resultado de la asamblea.
text
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v260, ἠέ περ ὑμῖν
la frase parece una parentética para enfatizar el valor de la
experiencia de Néstor, y así la hemos traducido. Es notable la
acumulación de seis “partículas” (ἤδη, γάρ, ποτ[ε], καί, ἠέ y περ) en un
único verso.
translation
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v263, Pirítoo
Rey de los lapitas, habitantes de la zona de Tesalia cercana a
los montes Olimpo y Osa, y compañero de Teseo, rey de Atenas. Su
aparición como primero en la lista de Néstor es lógica, dado que fue en
su boda con Hipodamía donde estalló el conflicto entre lapitas y
Centauros. Los nombres que siguen corresponden a héroes lapitas menos
conocidos que participaron de ese combate.
text
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v265, Teseo Egida
El famoso héroe ateniense, hijo de Egeo o de Poseidón, famoso
por haber acabado con el minotauro de Cnosos en Creta. No aparece en los
poemas homéricos más que como un héroe del pasado (aquí y en Od. 11.322-325
y 628-635), y los lugares en donde se lo menciona han sido cuestionados
como “interpolaciones atenienses”, es decir, agregados a un texto
original realizados por los atenienses para hacer propaganda a su héroe
nacional. En este caso en particular, no hay razones para pensar
semejante cosa, dado que Pirítoo y Teseo eran conocidos compañeros y
amigos en la mitología y es perfectamente razonable que el poeta
mencionara a uno después de mencionar al otro.
text
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v268, centauros
Los centauros eran criaturas mitológicas con cuerpo de caballo y
torso humano que, según la tradición mitológica, vivían cerca del monte
Pelión. En el mito de la guerra con los lapitas, los centauros aparecen
como criaturas salvajes, descontroladas por el vino y el deseo sexual
(de donde el epíteto que se les aplica en el presente verso).
text
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v271, yo por mí mismo
Uno podría asociar este énfasis en la primera persona con el que se encuentra en los discursos de Agamenón (VER ad 1.117,
174 y 183), pero este ém’ autòn egó de Néstor parece más bien destacar
su autoridad basada en la experiencia directa en el combate. Hoy
podríamos decir “y nadie me lo contó, yo estuve ahí y combatí con mis
propias manos”.
text
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v273, hacían caso a mis palabras
La digresión de Néstor se cierra con la repetición de la idea
de “hacer caso”, que se repetirá dos veces más en el verso que sigue. El
orador no es sutil a la hora de destacar los motivos por los cuales
recuerda su pasado.
text
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v275, aunque seas noble
Néstor retoma la forma en que Agamenón realiza su primera advertencia a Aquiles en el v. 131 (VER ad loc.),
así como el concepto de “arrebatar” que se repetido varias veces en el
debate (VER ad 1.230). Merece destacarse que, mientras que su consejo a
Agamenón está armado sobre palabras que ya se fueron utilizando, los vv.
277-279 están armados con varias palabras que aparecen aquí por primera
vez.
text
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v279, gloria
El kûdos no es solo la “gloria” en el sentido de la fama
(algo que se expresa con el término kléos), sino también y más
específicamente se refiere a una cualidad que proviene de los dioses y
que garantiza el poder y la victoria. Es una capacidad mágica que una
persona posee, puede tomar o puede perder, siempre dependiendo de la
voluntad de un dios. En distintos contextos, la traducción más adecuada
puede ser “victoria”, “renombre” o “éxito”.
text
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v280, si tú eres fuerte
Solo aquí Néstor repite casi textualmente una frase dirigida
antes a Aquiles, en el v. 178. Es interesante destacar la extrañeza de
la expresión en este verso y el que sigue, dado que no es del todo claro
si la cláusula condicional termina en “fuerte” o en “madre” o siquiera
si lo que sigue es su oración principal; pareciera como si Néstor
estuviera evitando reproducir el razonamiento de Agamenón dejando la
sintaxis algo ambigua.
text
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v281, superior
El contraste implicado por Agamenón en su último discurso (VER ad 1.186)
aparece aquí condensado en dos versos, que parecen resumir el origen
del conflicto. Aquiles tiene las cualidades individuales que distinguen a
un guerrero, pero Agamenón detenta el poder colectivo.
text
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v282, Atrida
Nótese la estructura en anillo (Agamenón – Aquiles – Agamenón) de los consejos de Néstor.
text
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v283, ὃς μέγα πᾶσιν…
por primera vez en el poema rompemos la unidad del
hexámetro, dado el hipérbaton extremo en la frase μέγα πᾶσιν ἕρκος
Ἀχαιοῖσιν … πολέμοιο κακοῖο. Es particularmente lamentable la pérdida
con este cambio de la repetición del verso 1.78 (VER Nota ad 1.283).
Sobre la frase, cf.
http://panini.northwestern.edu/AnaServer?eumaios+0+eumaios.anv+eumaiosid=RL25366.
translation
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v283, que grande…
Aunque no hemos podido conservarla en la traducción (VER Nota a la traducción ad 1.283-284), hay aquí una repetición parcial pero clara del v. 1.78, en ese caso referido a Agamenón.
text
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v284, cerco
Un juego similar en este verso al que se encuentra en 1.129 (VER ad 1.129),
dado que el “cerco” (hérkos) está, con el límite del verso, separando a
“todos” (pâsin) del resto y a su vez “es” (péletai) separa a los
“aqueos” de la “mala guerra” (polémoio kakoîo). Los fuertes hipérbaton
en estas líneas parecen buscar reproducir la manera en que Aquiles aleja
el peligro de los dánaos.
text
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v286, κατὰ μοῖραν
una de las decisiones más difíciles que hemos debido tomar ha
sido cómo traducir esta expresión típica del griego que quiere decir
“como es debido” pero implica mucho más que eso, dado que incluye el
fundamental concepto de μοῖρα. Hemos optado por transliterar el giro y
explicarlo en una nota, sacrificando inteligibilidad pero preservando el
sentido profundo de la expresión.
translation
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v286, según la moira
La expresión griega quiere decir algo similar a “como es
debido”, “como corresponde”, pero incluye el fundamental concepto de
“moira” que alude al destino o, más específicamente, a aquello que le
toca a cada uno (VER Nota a la traducción ad loc.). En este caso,
Agamenón estaría destacando que Néstor habló “de acuerdo a lo que se
espera de un héroe” y “expresando lo que corresponde”. Lo que sigue, por
supuesto, refuerza la descripción del rey, dado que, aunque dice
aceptar el discurso del anciano, de inmediato vuelve a criticar a
Aquiles.
text
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v287, quiere estar por encima…
La triple repetición del supuesto deseo de Aquiles de dominar a
los demás (que podría remitir al hecho de que es él el que convoca la
asamblea, VER ad 1.54) no tiene ningún correlato con lo que ha
sucedido y parece aludir a un conflicto profundo entre los héroes que no
se ha originado en el presente debate.
text
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v291, προθέουσιν
esta difícil palabra complejiza la traducción del verso. Contra
Aristarco, que lo interpreta como una forma de προθέω con ὀνείδεα como
sujeto (acaso con el sentido “los insultos corren hacia delante para
él”), hemos interpretado con la mayor parte de los críticos que es una
forma de subjuntivo de προτίθημι ο προσίημι (cf. Com. Bas. I ad loc.)
y utilizado una traducción que podría corresponder a cualquiera de los
dos verbos, aunque ninguno de los dos ofrece un sentido adecuado para el
presente pasaje en esta construcción en voz activa + dativo e
infinitivo.
translation
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v292, Interrumpiéndolo
La única aparición de este término en Homero, marcando el
último discurso del debate. Es un gesto enormemente descortés
interrumpir a otro orador en la asamblea (VER ad 1.58 y 67) que
marca aquí el nivel de enojo de Aquiles. Kirk observa que no hay razones
para dudar de que el discurso de Agamenón terminaba en el v. 291, pero
eso no parece correcto, puesto que una justificación de por qué el rey
no va a obedecer a Néstor (como, de hecho, no lo hará) habría sido
esperable después de las palabras contra Aquiles.
text
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v293, cobarde y encima pusilánime
La primera palabra (deilós) es la habitual para hablar
de la cobardía en griego, y aparece aquí por primera vez en el poema.
“Pusilánime” es la acusación que Aquiles lanza a los súbditos de
Agamenón en 1.231 (VER ad 1.231).
text
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v295, a otros … a mí
En el original griego, álloisin (“a otros”) y émoige (“a mí”)
son la primera y la última palabra del verso. El griego tiene la misma
ambigüedad que el español, que permite que la oración esté completa al
final de este verso (“a ellos ordenales pero a mí no”) y sorprende con
un verbo al comienzo del siguiente.
text
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v297, Y otra cosa te voy a decir
Debe entenderse respecto a la promesa que ha realizado en su
anterior intervención. Aquiles aclara los términos de su retiro del
combate: no impedirá que Agamenón tome a Briseida, pero si quiere
cualquier otra cosa reaccionará violentamente. Nótese que el discurso de
Néstor parece haber surtido algún efecto, puesto que el héroe no vuelve
a mencionar que partirá de vuelta hacia Ftía.
text
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v305, se levantaron y disolvieron la asamblea
El verso marca el final del primer episodio de Ilíada,
que comienza en el v. 11 con la introducción de Crises. A partir de este
punto el canto presenta una serie de escenas “reactivas” a la situación
creada por la asamblea: el traslado de Criseida y sacrificio a Apolo,
la toma de Briseida, la súplica de Aquiles a Tetis y de esta a Zeus y
finalmente la discusión en el Olimpo sobre el encuentro entre Tetis y
Zeus. Pero el conflicto central del texto está planteado y el retraso de
sus consecuencias parece funcionar como una forma de construir suspenso
que irá in crescendo hasta el canto 3, donde comenzará la batalla.
text
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v307, El Menecíada
El hijo de Menecio, Patroclo, el mejor y más fiel de los
compañeros de Aquiles, cuya muerte desatará su ira contra Héctor y será
el detonante del último tercio del poema. Siendo un niño, tras matar
accidentalmente a un compañero de juego (el exilio era un castigo
habitual en estos casos). fue enviado por su padre a Ftía. Allí se le
encomendó el cuidado de Aquiles, que era algo más joven que él, y con el
tiempo se volvió su amigo inseparable. El hecho de que en esta primera
aparición en el poema se lo llame solo por su patronímico es un
argumento contra la idea de que el personaje es un invento de Homero, lo
que, por supuesto, no significa que fuera más que una figura muy
secundaria en la tradición sobre Aquiles. En Ilíada, su papel será fundamental en la trama.
text
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v313, purificarse
La purificación era una parte importante del rito griego e
imprescindible antes de realizar un sacrificio. Que aquí se realice como
un baño en el mar, cuando usualmente basta con un lavado simbólico de
manos, podría sugerir una preocupación por la peste, pero esto no es
necesario. La secuencia de los vv. 313-316 es una versión comprimida del
mismo tema que se desarrollará más adelante, a partir del v. 447.
text
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v314, al mar arrojaron sus impurezas
El mar era considerado un agente purificador.
text
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v316, ἀτρυγέτοιο
adoptamos la interpretación de A. Leukart, “Homerisch ἀτρύγετος” (en A. Etter (ed.) o-o-pe-ro-si. Festschrift für Ernst Risch zum 75. Geburstag,
Berlin: de Gruyter, 340-345), que propone que el adjetivo es un
compuesto de α-copulativa o con valor aumentativo y *τρυγετός
(sustantivo de acción del verbo τρύζω).
translation
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v317, la grasa
Sobre la importancia de la grasa en el sacrificio, VER ad 1.66. La imagen de este verso es de particular belleza visual y muy adecuada para finalizar la escena del sacrificio.
text
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v319, detuvo la discordia
La misma frase, aunque negada (con la partícula negativa en el
verso anterior), que Atenea le dirige a Aquiles en 1.210. La segunda
mitad del canto está repleta de fraseología que remite a la primera,
recordando que se está ejecutando lo anunciado allí.
text
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v320, Taltibio y Euríbato
La familia de los Taltibíadas era aun en tiempos históricos una
estirpe o gremio de heraldos, que se jactaban de descender del
personaje mencionado aquí (cf. Herodoto 7.134). Euríbato (“el que camina
lejos”), por otro lado, es un nombre que parece tradicional para un
heraldo (Odiseo también tiene uno llamado así; cf. Od. 2.184 y 19.247).
text
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v321, heraldos
Tanto en Homero como en general en la tradición griega los
heraldos son personas inviolables y protegidas por los dioses, puesto
que su función es sagrada. En efecto, no solo se encargan de transmitir
mensajes o realizar encargos, sino que también regulan el uso de la
palabra en la asamblea (cf. por ejemplo, 2.50-52 y 97) y son los que
preparan los sacrificios públicos (cf. 3.116-120), entre otras muchas
funciones. Su rol de mediadores en todas las actividades comunales los
convierte en individuos de inmensa importancia en la sociedad heroica.
La palabra kêrux podría estar ligada etimológicamente con el
sánscrito kârú, que designa a aquellos cuya función es cantar himnos a
los dioses. La vinculación entre ambas profesiones es importante, puesto
que ambas implican una mediación y ambas son sagradas.
text
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v321, servidores
Los therápontes son todos aquellos subordinados a un
líder, no exclusivamente los sirvientes o esclavos. Patroclo, por
ejemplo, es un servidor de Aquiles (cf. 18.152).
text
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v324, y si no…
El verso repite casi textualmente 1.137, pero aquí con dos calificaciones que hacen algo más grotesca la personalidad de
Agamenón; primero, porque acaba de enviar a otros a hacer lo que había
amenazado con hacer él mismo y, segundo, porque enseguida aclara “yendo
con muchos”, sugiriendo así que teme enfrentarse él solo con Aquiles
(VER ad 1.281).
text
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v325, ἐλθὼν…
seguimos aquí la puntuación de West, entendiendo lo que sigue a la coma como la apódosis de εἰ δέ κε μὴ δώῃσιν.
translation
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v327, sin quererlo
Probablemente por temor a la ira de Aquiles, como se indicará en el v. 327. La palabra griega aékon indica que una cierta acción se realiza de forma involuntaria, incluso en el sentido legal de la noción.
text
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v331, venerando al rey
La palabra griega es aidéomai, es decir, “con aidós”.
Sobre este concepto, VER ad 1.149. No deja de ser notable que los
heraldos de Agamenón aparezcan expresando aidós por Aquiles, un rasgo
que este a acusado al rey de no poseer.
text
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v334, mensajeros de Zeus
VER ad 1.321. Los heraldos eran sagrados y tenían
importantes funciones religiosas. Además, al ser servidores directos de
los reyes, quedaban bajo la misma protección de Zeus de la que estos
gozaban.
text
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v334, Salud…
La reacción de Aquiles ante los portadores de malas noticias
debe contrastarse, naturalmente, con la de Agamenón ante Crises y luego
ante Calcas.
text
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v339, los dioses bienaventurados
La palabra mákar es un epíteto de los dioses, aunque en
ocasiones se aplica a uno o más hombres (como en 3.182). Los mákares
gozan de una vida segura y libre de preocupaciones.
text
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v343, no sabe ver…
La idea, proverbial, era que una persona debía de ser capaz de
“ver hacia atrás” para poder saber cómo actuar “hacia delante”, de donde
la necesidad de ver “a la vez” hacia delante y hacia atrás. Para un
rey, que debe elaborar estrategias de batalla y planificar el destino de
un ejército o una ciudad, constituía una habilidad particularmente
importante.
text
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v344, μαχέοιατ᾽
seguimos a West y a Com. Bas. I ad loc. en la lectura
μαχεοίατ’, interpretando la construcción con ὄπως como final (cf. Chant.
2.271); la alternativa sería entenderla como objeto de νοῆσαι en el v.
343, lo que daría “no saber ver… cómo combatirían (¿harían para
combatir?) etc.”. El sentido no varía lo suficiente como para decidirse
por una opción u otra; hemos optado por la final porque resulta menos
violenta como afterthough.
translation
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v348, sin quererlo
La estructura en anillo de la toma de Briseida se revela en esta repetición de “sin quererlo” (VER ad 1.327).
Más importante, esta simple palabra es una pincelada que da profundidad
al personaje de Briseida y sirve de prolepsis a su reaparición en el
canto 19, donde ella misma declarará que había alcanzado aunque fuera la
promesa de felicidad junto a Aquiles. Es interesante destacar que en
ese discurso se observará una mediación comparable a la que se ve aquí:
como ahora Aquiles pide a Patroclo que entregue a Briseida, allí
Briseida asegura que Patroclo había prometido entregarla como esposa a
Aquiles.
text
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v349, lagrimeando
Llorar no constituía una afrenta ni una vergüenza para los
héroes homéricos, que lo hacen con frecuencia y muchas veces en público.
El motivo del llanto se repetirá en 357 y 360, marcando el tono del
pasaje. Aquiles no se aleja aquí para lamentarse a solas, sino para
conferenciar con su madre y pedirle que interceda ante Zeus.
text
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v350, sobre la orilla…
Como en muchos otros casos, una poderosa imagen visual para dar
paso a una nueva escena. Nótese el contraste de colores (formulaico,
pero no por ello despreciable) entre el color del mar en la orilla y el
que posee mar adentro, probablemente por el reflejo del sol.
text
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v351, a su querida madre
Tetis, la madre de Aquiles, era una nereida, hija del anciano del mar Nereo, está conectada con el argumento de Ilíada de
más de una forma. Sobre ella existía una profecía que afirmaba que
daría a luz un hijo más poderoso que su padre, por lo que Poseidón y
Zeus, que deseaban casarse con ella, deciden casarla con un mortal,
Peleo, unión de la cual nacerá Aquiles. En la boda de Tetis y Peleo la
diosa Discordia arrojará la manzana que desencadenará los eventos de la
guerra (VER ad 1.177). Tetis, además, es quien profetiza a su hijo (de
acuerdo a las palabras de este en 9.410-416) que puede elegir entre un
destino glorioso muriendo joven o el olvido y una larga vida,
contrastando alegóricamente las dos formas de pervivencia para los
mortales (la fama y la descendencia).
text
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v352, de corta vida
A lo largo de Ilíada aparece más de una vez la
contradicción entre el supuesto destino de Aquiles, condenado a morir
joven, y la profecía que este recibe de su madre que abre la puerta a
una larga aunque intrascendente vida (VER ad 1.351). No hay, sin
embargo, contradicción alguna, puesto que lo que para los mortales se
presenta como una elección para los dioses que conocen el destino es
ilusorio. En este pasaje en particular, la queja “y encima de corta
vida” tiene sin duda un valor retórico.
text
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v356, del que se apoderó él mismo
Parece haber una ligera contradicción aquí con lo que de hecho
ha sucedido (que se repetirá en 1.507 y 2.240), dado que, aunque
Agamenón anuncia (dos veces) que irá en persona a buscar a Briseida, son
sus heraldos los que lo hacen (VER ad 1.324). Dos explicaciones
son posibles: podríamos estar ante una variación oral, acaso por la
existencia de una versión en la que Agamenón de hecho iba a buscar a
Briseida o simplemente por un error del rapsoda, o podría ser que
Aquiles se expresara de esta manera para enfatizar la responsabilidad de
Agamenón. Lo segundo parece más sencillo de justificar y es fácil de
entender si se piensa que el punto que el héroe podría querer destacar
es que las acciones de Agamenón no cuentan con el consenso ni de la
asamblea ni de ninguno de los otros reyes.
text
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v357, venerable madre
La palabra pótnia es formulaica para diosas y mujeres muy respetables.
text
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v358, sentada en lo profundo del mar
Los dioses tienen la capacidad de escuchar y ver a los mortales
en donde quiera que estén; aunque estemos muy lejos aquí de la
concepción omnisciente y omnisapiente de las religiones de libro, una
forma menos sofisticada de esa concepción ya existe entre los griegos.
text
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v359, como la niebla
Eΰte (“como”) se utiliza exclusivamente para
comparaciones, de modo que aquí acaso no debería tomarse en forma
literal pensando en una metaformosis de Tetis. Sin embargo, esta
interpretación puede ser un poco reduccionista respecto a la
sofisticación del símil en la épica, que no solo implica una
comparación, sino la transferencia de propiedades de una esfera a la
otra (en este caso, de un fenómeno natural al movimiento de una diosa).
Qué significa esto respecto a la manera en que Tetis surge del mar es
algo que debe imaginar el oyente.
text
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v365, por qué contarte…
Puede resultar algo extraño que Aquiles afirme que Tetis “sabe”
todo lo que sucedió y enseguida se ponga a contarlo, pero, más allá de
que este tipo de resúmenes constituyen una convención épica, la
secuencia puede compararse con infinidad de casos en los medios
audiovisuales en los que un personaje relata a otro hechos conocidos y
obvios por el bien de la audiencia. Más allá de esto, este resumen es la
última intervención de Aquiles hasta el canto 9 del poema y esto
sugiere que parte de la motivación para introducirlo es continuar
delineando el personaje, una idea que se refuerza al contrastar el
relato con los eventos que han sido narrados (VER ad 1.358, 380, 381,
382, 385 y 388): el resumen está focalizado desde la perspectiva de
Aquiles.
text
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v366, Tebas
No la de Grecia ni la egipcia, sino una ciudad de Asia menor,
cerca de Troya y Crisa, aunque su ubicación exacta es incierta. Puede
resultar algo extraño que Criseida estuviera allí y no con su padre,
pero es posible que ya estuviera casada y viviendo con su marido. La
captura de esta ciudad debe haber sido un hito significativo del
ejército aqueo, porque es mencionada varias veces a lo largo del poema
(en 6.407-420 – el diálogo de Héctor y Andrómaca -, 9.186-188,
16.152-164, 23.826-827).
text
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v366, Eetión
El padre de Andrómaca, la esposa de Héctor (VER ad 1.242) y, por lo tanto, un importante aliado de los troyanos.
text
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v368, las distribuyeron bien
El pasaje recuerda lo dicho en 1.124-125 (VER ad 1.124), pero nótese el agregado eû (“bien”), que es clave en lo que sigue.
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v370, Y a su vez Crises…
Un resumen de los eventos al comienzo del canto casi textual, menos los discursos, que se extiende hasta 379.
text
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v380, irritado el anciano
El narrador había afirmado en 1.33 que Crises estaba
atemorizado, pero no habló de su ira. Esta se expresa en esos versos a
través de las palabras del sacerdote.
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v381, ya que le era muy querido
De nuevo (VER ad 1.380), información que no se había
proporcionado. Es difícil saber si, junto con “irritado”, es una manera
de condensar lo que el discurso de Crises de 1.37-42 informa de forma
indirecta o es Aquiles el que está infiriendo esto por lo sucedido (o,
por qué no, ambas).
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v382, su perniciosa saeta
El adjetivo no aparece en la narración previa, de modo que este
es un caso clarísimo de focalización (la saeta de Apolo es mala para
Aquiles).
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v383, morían…
La expresión en estos dos versos es diferente a la que se haya
en 1.52; no solo está aquí más expandida, sino que se enfatiza tanto la
frecuencia (“sin parar”) como la continuidad (“todo el tiempo”).
text
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v385, comprendiéndolo
Otra aclaración que no se encuentra en la narración previa,
importante porque, por transitividad, sugiere que lo que hará Aquiles
(exhortar a que se aplacara al dios) es lo correcto, mientras que lo que
hará Agamenón (enojarse y amenazar) está mal. Nótese, por lo demás,
que, mientras que la muerte de las tropas se alarga de medio verso a
dos, el extenso debate en el ágora se resume (pobremente) en tres.
text
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v388, me dirigió una amenaza
Aquiles convierte la reacción compleja de Agamenón, progresiva
desde el simple “regreso el botín, pero denme uno nuevo” hasta el “voy a
robarme el tuyo”, en una única reacción simple dirigida contra él. Es
importante recordar que el héroe aquí está llorando con su madre.
text
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v389, los aqueos de ojos vivaces
Un epíteto habitual, aunque de significado incierto.
Probablemente se vincule con la forma de los ojos de los aqueos, aunque
se ha propuesto que tiene que ver con el color (“negros”) o con la
vitalidad.
text
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v393, Pero vos…
Comienza la segunda parte del discurso de Aquiles, dedicado al
pedido y dividido en tres partes: la mención del destinatario, el
antecedente mitológico que justifica la solicitud y el pedido formal. Es
interesante destacar cómo esta estructura reproduce con exactitud la
estructura de la plegaria y los himnos griegos (invocación de un dios,
alabanza del dios, pedido).
text
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v393, si podés
Una fórmula con algo de ironía, dado que se utiliza cuando el hablante sabe que el receptor puede hacer lo que le pide.
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v395, favoreciste…
Notablemente, “favorecer el corazón de alguien” no es lenguaje
formulaico hasta donde nos es posible verificarlo. El concepto, de todos
modos, es tradicional en el marco de la plegaria (da quia dedi, es decir, “concede porque yo te concedí”).
text
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v397, cuando decías…
Este pasaje homérico es el único que preserva esta anécdota, lo
que resulta algo sorprendente dada la dimensión de la rebelión olímpica
a la que alude. El grupo de dioses mencionado también es peculiar,
porque coincide con los defensores del bando aqueo (e incluye a la leal
Atenea). Es posible que el mito existiera en la tradición, al menos en
alguna forma, pero las convenientes coincidencias con la situación
presente sugieren por lo menos una adaptación por parte del poeta.
text
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v402, al hecatonquiro
Los hecatonquiros (Briareo, Coto y Giges) son hijos de Gea,
junto con los titanes y los cíclopes, y, por lo tanto, dioses de una
generación previa a los olímpicos. Son criaturas violentas con cien
brazos y cincuenta cabezas que fueron encerrados en el Tártaro por su
padre Urano (Hesiodo, Teogonía 617-720) y luego liberados por Zeus en su enfrentamiento con los Titanes, en los que tuvieron un papel destacado.
text
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v403, al que los dioses…
Hay tres casos de nombres divinos contrastados con humanos en Ilíada
(2.813, 14.290 y 20.74) y dos casos de nombre divinos sin equivalente
humano en la Odisea (Od. 10.305 y 12.61). No hay una explicación clara
de la diferencia, particularmente extraña aquí si se piensa que el
hecatonquiro Briareo existe mucho antes que los humanos. La distinción
parece servir sobre todo para destacar las diferencias entre la esfera
de los dioses y la esfera de la humanidad.
text
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v404, Egeón
Hijo de “Egeo”, es decir, de Poseidón, lo que contradice la descripción de Hesiodo (VER ad 1.402)
de que los hecatonquiros eran hijos de Gea y Urano. Un escolio sugiere
que la explicación es que Briareo estaba casado con una hija de
Poseidón, por lo que era su hijo político, pero esto no resulta
convincente. Sumado a la idea de que era más fuerte que su padre y al
hecho de que en esta anécdota inusitada Poseidón es enemigo de Zeus,
esta incertidumbre refuerza la idea de que todo este pasaje es una
invención o por lo menos una manipulación de la tradición por parte del
poeta (VER ad 1.397).
text
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v409, a estos…
El verso en griego juega con la idea de acorralar, desplazando
la mención de los aqueos hasta el final, detrás de las proas y junto al
mar. Una traducción alternativa habría sido “a estos detrás de las proas
y junto al mar acorralar, a los aqueos”. Dada la disposición del
campamento aqueo (VER ad 1.12 y 185), el pedido de Aquiles es que la lucha se dé entre las naves, donde ya no hay posibilidad de escapatoria.
text
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v410, mientras los matan
El encabalgamiento, la posición inicial y la brutal expresión (en griego, kteinoménous)
destacan esta palabra, que señala el punto cúlmine del pedido de
Aquiles. El héroe se muestra dispuesto a ver a sus compañeros morir con
tal de que su honor sea restituido; pagará por esto un alto precio y la
mención de la áte en 1.212 (VER ad loc.) que sigue casi se lee como una
ironía trágica.
text
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v412, su ceguera
La áte, un concepto clave en el pensamiento griego, que
puede definirse como “ceguera moral”, pero incluye también la
destrucción producida por ella. Está intrínsecamente vinculada con la
desmesura (la hýbris, VER ad 1.203) y a veces aparece personificada
(9.496-514, 19.85-138). Producto y productora de la ignorancia de las
consecuencias de las acciones, no es claro si exculpa a quienes la
sufren o de hecho agrava su culpabilidad; en todo caso, la relación de
los héroes con la áte no es del todo distinta a la que hoy en día
podríamos tener con la ignorancia: no saber puede justificar haberse
equivocado, pero eso no va en detrimento de que uno debería haber
actuado sabiendo.
text
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v414, en hora aciaga
El adverbio (ainá) parece poder acompañar a las dos
formas verbales del pasaje y a la vez ser una endíadis, dado que quien
realmente es desgraciado en Aquiles (o Tetis).
text
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v415, junto a las naves
Kirk señala que, si estuviera sentado junto a las naves, sería
porque continúa enojado con Agamenón, porque sino estaría luchando. Esto
no puede leerse más que como una exquisitez del comentarista: en primer
lugar, Aquiles no está junto a las naves, sino en la playa, de modo que
Tetis podría estar implicando “ojalá no estuvieras sentado aquí
suplicando sino en donde estás habitualmente”; en segundo lugar, Aquiles
no pasa veinticuatro horas al día combatiendo y es natural que su madre
no exprese el deseo de que su hijo (¡”de corta vida”!) esté en un campo
de batalla.
text
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v416, para vos ahora el destino es corto
Tetis recupera la idea de Aquiles de 1.352-353, expandiendo la noción de la corta vida.
text
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v417, de muerte veloz
Hay un juego muy marcado aquí con el epíteto de Aquiles (“de pies veloces”), que reproducimos con esta traducción de okúmoros,
una palabra que indica que una persona morirá pronto. La referencia se
retomará unos versos más abajo, cuando se hable de las naves okúporoi
(“de veloz navegar”).
text
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v418, mal destino
Nótese la repetición de la palabra del v. 416, que con “mal”
resume lo elaborado en los versos anteriores. En griego el juego es más
claro, porque la palabra aîsa aparece en los dos casos cerca del centro del verso.
text
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v419, Zeus que goza del trueno
Zeus era el dios de las tormentas y los fenómenos climáticos en
general en la Grecia Antigua, al punto que “llueve” se decía muchas
veces “Zeus llueve”. Leer más: Zolotnikova, O. A. (2013) Zeus in Early Greek Mythology and Religion. From prehistoric times to the Early Archaic Period,
Oxford: Hadrian Books.
https://www.academia.edu/6919489/Zeus_in_Early_Greek_Mythology_and_Religion._From_Prehistoric_Time_to_the_Early_Archaic_Period._BAR_2013_-_content.
text
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v422, abstenete absolutamente
La frase en griego es polémou d’ apopaúeo pámpan, donde, como puede verse, el sonido
se repite varias veces, quizás enfatizando el consejo de Tetis. En
nuestra traducción hemos preservado algo del juego con la repetición de
“abs-”.
text
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v423, el Océano
En la cosmogonía griega del periodo arcaico, el Oceano es un
inmenso río que rodea la tierra, personificado como un poderoso dios. Su
aparición en el poema siempre señala la lejanía geográfica respecto al
mundo humano, un aspecto que en este verso se refuerza con la mención de
los etíopes.
text
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v423, los irreprochables etíopes
Los etíopes homéricos no deben asociarse con la población real
de Etiopía, ni moderna ni antigua, sino que constituyen un pueblo
imaginario que habita los confines de la tierra en un estado de vida
primitivo propio de la edad dorada (de ahí, como en estos versos, que
puedan banquetear con los dioses).
text
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v425, doce días
El número es tradicional. Este intervalo de doce días se
corresponde con el que se encuentra en el canto 24, durante el cual
Aquiles profana el cuerpo de Héctor. Es una de las muchas simetrías que
configuran la estructura anular del poema. Leer más: Whitman, C. M.
(1958) Homer and the Heroic Tradition, Cambridge: Harvard University Press, pp. 249-284.
text
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v426, de piso de bronce
El sentido exacto del término no es claro. Quizás implique que
el palacio tenía “cimientos” de bronce, pero hay otras alternativas.
text
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v427, le abrazaré las rodillas
Sobre el gesto del suplicante que Tetis anuncia aquí, VER ad 1.500, donde lo realiza.
text
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v430, a la fuerza
El comentario es algo extraño, dado que Aquiles ha entregado a Briseida sin combate. La palabra bié,
sin embargo, tiene un sentido amplio y aquí podría estar funcionando
como sinónimo de aékon, reforzando el “contra su voluntad”.
text
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v430, por su parte
La “ley de Zielinski” afirma que el narrador homérico siempre
se mueve hacia delante, contando eventos que deben ser simultáneos como
si fueran sucesivos. Ha habido muchas discusiones en la crítica sobre si
esto es cierto, pero el consenso actual parece ser que una versión
limitada es verdadera: Homero puede contar eventos simultáneos como
simultáneos, pero en general no se preocupa demasiado por la cronología
exacta de los eventos. La narrativa y la emoción son más importantes
para él que la precisión de las secuencias temporales. En este caso en
particular, por ejemplo, es indiferente si los eventos de Crisa suceden a
la vez o después de que Aquiles suplique a su madre; desde el punto de
vista narrativo, constituyen una útil digresión entre esa súplica y el
ascenso de Tetis al Olimpo. Leer más: Scodel, R. (2008) “Zielinski’s Law
Reconsidered”, Transactions of the American Philological Association 138, 107-125.
text
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v431, iba hacia Crisa…
La secuencia que sigue, que concluye oficialmente el episodio
de la peste, está repleta de escenas típicas (desembarco, súplica,
sacrificio) y es un perfecto ejemplo de técnica tradicional de
composición oral.
text
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v432, y ellos
Se refiere, por supuesto, a los compañeros de Odiseo en este
viaje, a los que no ha mencionado desde el verso 311. Este tipo de
sobreentendidos son habituales en Homero.
text
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v432, en cuanto entraron
Lo que sigue es una descripción detallada de uno de los dos
procedimientos de desembarco, el que se utiliza para estadías breves y
descarga. Cuando se accede al puerto, se recogen las velas, se quita el
mástil que se coloca en un soporte especial que recorre
longitudinalmente el barco y se lo lleva hacia la costa remando. La nave
no sale del agua, sino que queda anclada y amarrada en un fondeadero
junto a la playa. Que este procedimiento se utilizara solo para estadías
de corta duración se explica por la vulnerabilidad de las naves de
madera al agua del mar y los peligros de la variación de las mareas y
las tormentas.
text
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v432, muy profundo
Este puerto debe pensarse como un canal que llega casi hasta la
costa y su “mucha profundidad” es relativa a la habitual en una playa y
pensada sobre todo respecto a su utilidad para acercar la nave a
tierra.
text
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v436, y bajaron…
La repetición de formas de “bajar” (ekbállo en griego)
señala lo típico y repetitivo del procedimiento de desembarco. Nótese
que la secuencia repite la sucesión de 1.308-310 (nave, remeros,
hecatombe, Criseida).
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v440, al altar
El bomós es el lugar del templo donde se realizan los
sacrificios. Que Odiseo lleve a Criseida hacia allí señala que la escena
tiene un carácter ritual, cosa que se confirmará inmediatamente con la
súplica de Crises y la escena del sacrificio.
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v447, una sacra hecatombe…
Lo que sigue es una descripción tradicional de una ceremonia de
sacrificio, una escena típica de un poema oral donde faltan pocos
elementos. La versión completa consta de 30 elementos, pero en ningún
caso se manifiestan todos, sino que los poetas seleccionaban los que
consideraban más adecuados al contexto. La secuencia, en términos
generales, es: disposición de los animales en torno al altar,
purificación de los ejecutores, arrojado de cebada sobre las víctimas,
muerte y desuello de los animales, extracción de los huesos de los
muslos que se recubren en grasa, se les agregan pedazos de carne
(simbolizando al animal completo) y se echan al fuego, libación (esto
es, volcado de vino) sobre los huesos, trozado de la carne, cocción,
banquete y festejo. Algunos elementos que no se encuentran en la escena
de este canto son el dorado de los cuernos (Od. 3.436-438), el
golpe del hacha para paralizar al animal (Od. 3.449) y el cortar algunos
pelos de su cabeza (3.273), que se tiran al fuego (Od. 3.446, 14.442).
Desde una perspectiva más general, el sacrificio es un procedimiento que
maximiza el valor de una ofrenda a los dioses a través de la
purificación de quienes participan en ella y de lo que se ofrece, para
asegurarse la buena voluntad del dios en el banquete y respecto a las
súplicas que se realizan.
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v449, cebada molida
Debe entenderse “molida gruesa”, no una harina fina. La función de esta cebada en la ceremonia no es del todo clara.
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v451, Escúchame…
Nótese la repetición de 1.37-38, que conecta las súplicas que dan inicio y fin a la peste. La estructura de la plegaria (VER ad 1.37) se repite, pero aquí el argumento será un da ut dedisti (“da porque diste”).
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v453, ya una vez
Entre los argumentos comunes en las plegarias, uno habitual era
el “da porque diste”, que se basa en la idea de que si el dios concedió
algo en el pasado debe volver a conceder en el presente. La lógica
detrás de esto es que la concesión anterior señala un estado de cháris o buena voluntad entre el dios y la persona que obliga al primero a conceder los pedidos del segundo.
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v458, pero una vez que…
Las escenas que siguen están separadas con esta expresión (autàr epeí),
que va marcando el comienzo de distintas escenas típicas o partes de
una gran escena típica (el comienzo del sacrificio, la preparación de la
carne, el banquete, la celebración). Los separadores deben imaginarse
como suaves transiciones que facilitan el paso del tiempo necesario
entre cada momento del sacrificio.
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v460, los cubrieron con grasa
Hesíodo relata, en Teogonía 535-561 que, cuando los
mortales y los dioses estaban distribuyéndose las partes de los animales
que les corresponderían, el dios Prometeo, hijo del titán Japeto,
colocó la carne y las vísceras dentro del vientre, escondiendo así la
mejor parte de la res, mientras que cubrió con grasa los huesos para que
parecieran la parte más apetitosa. Zeus eligió la parte que parecía más
apetitosa pero en realidad estaba constituída por todo lo desechable e
indeseable del animal, y desde entonces eso es lo que los seres humanos
deben sacrificar a los dioses.
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v461, una doble capa, y pusieron trozos de carne
Ambas cosas son meros gestos de gentileza hacia la divinidad.
La doble capa de grasa debe imaginarse como una suerte de sándwich que
se arma con el hueso, mientras que los trozos de carne representarían
simbólicamente la parte comestible del animal.
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v462, refulgente vino
La libación, el verter vino o algún otro líquido sobre el fuego
o sobre el suelo, era una práctica habitualísima entre los griegos, que
se realizaba no solo en los sacrificios sino antes de las comidas y de
muchas otras actividades, puesto que es una práctica que acompaña la
plegaria y los griegos realizaban plegarias con enorme frecuencia. En
este contexto, por supuesto, el carácter ritual de la ceremonia da a la
libación un valor agregado.
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v463, trinches
Pempóbola, es decir, trinches de cinco puntas. Es notable que el término aparece solo aquí y en Od. 3.460.
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v464, las achuras
Las splánchna son las “partes internas” de los animales,
es decir, los órganos (el corazón, los pulmones, el hígado, el bazo y
los riñones), que eran cocinados (quizás fritos) mientras se quemaba la
porción debida a los dioses y comidos (como se habitúa en Argentina hoy
en día, por ejemplo) como entrada antes de la carne. Leer más: van
Straten, F. T. (1995) HIERA KALA. Images of Animal Sacrifice in Archaic
and Classical Greece, Leiden: Brill, pp. 131-133.
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v468, igual porción
Debe entenderse que todos los participantes recibían lo mismo,
aunque podría pensarse que la igualdad aquí es relativa respecto a la
importancia de los comensales. Una práctica de este tipo es atestiguada
por Herodoto 6.57, que afirma que los reyes de Esparta tenían el
privilegio de doble ración en los sacrificios. En este caso, no hay nada
que sugiera eso en el texto, pero es claro que podría estar dándose por
sobreentendido (la audiencia original del poema no necesitaría la
explicación).
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v470, las crateras
Las crateras eran grandes vasijas en donde se mezclaba el vino con el agua, dado que los griegos no lo tomaban puro.
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v472, el baile
La palabra griega molpé expresa un concepto algo ajeno a
la cultura occidental contemporánea pero muy frecuente en todo el mundo
y a lo largo de la historia, esto es, la conjunción de canto, música y
danza. La ausencia de esta noción en nuestra cultura hace imposible
ofrecer una traducción precisa, pero hemos entendido que “baile” es más
adecuado, puesto que implica por lo menos la presencia de música y
sugiere la del canto. Leer más: Gourlay K. A. (1984) “The
Non-Universality of Music and the Universality of Non-Music”, The World
of Music 26, 25-39.
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v473, cantando un bello peán
No debe entenderse como un agregado (“bailaban y además
cantaban”), por lo señalado en la nota al verso 472, sino como una
especificación (lo que cantaban era un peán). El peán era un tipo de
canto dirigido al dios Apolo, de carácter apotropaico, y se entonaba
sobre todo para pedir la protección contra un mal o celebrar la
liberación de uno.
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v475, el Sol
Como sucede con la Discordia (VER ad 1.177), el Sol era
una divinidad entre los griegos al mismo tiempo que un fenómeno natural.
Nuestra traducción preserva la ambigüedad utilizando la palabra en
español con mayúscula; “Sol” es tanto el fenómeno celeste como el nombre
del dios detrás de él.
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v476, durmieron junto a las amarras
Para despertarse con la aurora y aprovechar los vientos de la mañana.
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v477, la Aurora
Sucede con la Aurora lo mismo que con el Sol (VER ad 1.475),
en este verso en particular evidenciado por el uso de epítetos propios
de la diosa al indicar la aparición del fenómeno natural. Es importante
destacar que no deben concebirse como cosas distintas: el fenómeno
natural es una divinidad que puede manifestarse antropomórficamente.
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v479, envió próspera brisa Apolo
La tercera y definitiva marca de que el dios ha perdonado a los
aqueos, después de que se señala que “escucha” a Crises en 1.457 y que
goza del canto en 474.
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v482, πορφύρεον
hemos optado por la interpretación de Leaf del adjetivo (VER Nota ad 1.482),
contra la posibilidad de entenderlo en el sentido alternativo de
“hinchado”, “revuelto”. Ambas opciones son perfectamente aceptables, sin
embargo, y nuestra decisión se basa en el valor poético y visual de la
traducción elegida.
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v482, purpúreo
Debe entenderse del color oscuro de las olas alrededor de la
quilla de la nave. Sobre la interpretación del adjetivo, VER Nota a la
traducción ad 1.482.
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v485, arrastraron la nave negra
Se describe aquí el segundo procedimiento de desembarco (VER ad 1.432),
en este caso el utilizado para estadías de largo plazo. La nave es
sacada del mar, colocada sobre la playa más allá del alcance de la marea
(de donde “arriba”) y asegurada con troncos para que no se bamboleé con
el viento o el agua en caso de una marea muy alta. Esto previene el
desgaste del barco de madera y facilita las tareas de mantenimiento
necesarias (como, por ejemplo, el recubrimiento del casco con
alquitrán). Por supuesto, dificulta considerablemente la partida, por lo
que solo es viable cuando hay certeza de que no será necesario salir
huyendo.
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v492, ansiaba el griterío y la guerra
Recuérdense las palabras de Agamenón en 1.177 (“pues siempre la
discordia te es querida, y las guerras y los combates”); el narrador
aquí confirma la observación del rey. Debe notarse, sin embargo, que no
es un rasgo negativo en un guerrero ansiar la batalla.
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v497, ἠερίη
la palabra puede querer decir “temprano por la mañana” o
funcionar como sinónimo de ἠυτ’ ὀμίχλη (1.359), como observa Leaf.
Chant., Dict. s.v. distingue una palabra derivada de ἀήρ de otra
derivada del adverbio ἦρι (como en ἠριγένεια). Nuestra traducción busca
conservar en la medida de lo posible la ambigüedad del término,
manteniendo en la referencia temporal la mención de la niebla.
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v500, se sentó junto a aquel y lo agarró de las rodillas
El gesto típico del suplicante en la Grecia Antigua es
arrojarse a los pies, abrazar las rodillas con el brazo izquierdo y
colocar la palma de la mano derecha debajo del mentón. La posición tiene
dos efectos a la vez: inmovilizar a la persona a la que se le suplica y
colocar al suplicante en una situación de vulnerabilidad absoluta.
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v504, cúmpleme a mí este deseo
El canto 1 se articula sobre tres “deseos” introducidos por
esta frase (1.42, 455, 504), que marcarán el inicio de los incontables
dolores de los aqueos del verso 2: el de Crises a Apolo por la peste, el
del mismo sacerdote para que la peste termine y el de Tetis a Zeus para
que este beneficie a los troyanos. Nótese la sofisticada técnica
narrativa homérica que, entre el pedido de Aquiles a su madre y la
formulación del último deseo, introduce una larga escena marcada por la
formulación y cumplimiento de otro que alivia los dolores. Cuando todo
parece que va a mejorar viene el peor de los golpes.
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v505, de muerte más veloz
Los discursos de Tetis y Aquiles han insistido con esta noción, que será fundamental en el último tercio de Ilíada.
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v507, del que se apoderó él mismo
VER ad 1.356.
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v510, lo engrandezcan con honra
O, alternativamente, “le paguen la honra que le deben”, si se entiende que se trata de una forma de opheílo,
cuya forma épica es homónima del verbo ophéllo que quiere decir
“agrandar, engrandecer”. Es importante destacar que el discurso de Tetis
está marcado por tres repeticiones del concepto de timé (505, 507 y
510) y dos del verbo tíno (“retribuir”), semántica, fonética y
etimológicamente (a través del verbo tío) ligados.
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v512, en silencio se sentó largo rato
Una reacción inusual, que marca el suspenso en la escena. Es
dable pensar que el rapsoda ralentizaría aquí el tempo de la recitación.
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v513, le volvió a demandar por segunda vez
Un extraño caso de dos discursos seguidos del mismo personaje
(se encontrará otro en 1.571-594 y otro más recién en 4.188-197).
También podría pensarse, sin embargo, que el silencio de Zeus funciona
como respuesta y que estos versos, por lo tanto, no entran en esa
categoría.
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v514, Infaliblemente prometemelo
Aquí y en el discurso que sigue comienza a enfatizarse la
certeza de la promesa de Zeus, que refleja la que Aquiles ha mostrado en
la formulación de su promesa en 1.225-244.
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v514, asiénteme
El gesto de asentir era entre los griegos una forma de sellar una promesa; de hecho, el verbo kataneúo
quiere decir tanto asentir como prometer. El asentimiento de Zeus era
un caso especial, porque constituía un gesto sagrado que garantizaba
fuera de toda duda el cumplimiento de lo prometido (como el mismo dios
afirmará en su respuesta).
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v515, ya que no existe para ti el miedo
Naturalmente, el miedo de que alguien vaya a reprocharte o
impedirte cumplir la promesa. Tetis no se equivoca, pero el poeta
matizará un poco la omnipotencia de Zeus com la comedia doméstica de lo
que queda del canto.
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v516, cuánto yo entre todos…
Hay aquí, por supuesto, una ironía vinculada con el favor que
Tetis ha hecho a Zeus en el pasado. Nótese la nueva aparición del
concepto de honra y la vinculación potencial entre Zeus y Agamenón (que
se reforzará en la amenaza a Hera de 1.563-567; VER ad 1.563, 568, 570, 581).
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v518, ὅ τέ…
tomamos la frase como una sustantiva epexegética, que elabora el
concepto de “devastadoras acciones”. Una alternativa viable habría sido
interpretarla como adverbial causal (“devastadoras acciones porque”)
pero, con Leaf (ad loc.), entendemos que eso debilita mucho estas exclamaciones de Zeus.
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v518, devastadoras acciones
La primera parte de la respuesta de Zeus no podría ser más
lejana a la omnipotencia del dios del rayo que ha venido anunciándose a
lo largo del canto y parecía subrayada por el silencio solemne ante el
pedido de Tetis. Al hablar (¡por primera vez en Ilíada!), el dios
se revela como un pobre marido temeroso de los reproches de su esposa.
En la estructura del poema, es el primer movimiento de un alivio cómico
antes del comienzo de las consecuencias de la ira de Aquiles; desde una
perspectiva más amplia, muestra que a veces es mejor permanecer callado.
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v520, καὶ αὔτως
seguimos la interpretación de Leaf (ad loc.), “even as it is”.
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v521, riñe
Las peleas entre Hera y Zeus eran un tópico de la literatura
griega y estaban a menudo motivadas (como a continuación) por la
conducta del marido respecto a alguna mujer, en general una mortal.
Aunque el poeta ofrece una versión relajada de este tipo de conflictos
en lo que sigue, la diosa era capaz de una crueldad enorme (VER ad 1.9, por ejemplo, respecto a su reacción ante el embarazo de Leto).
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v521, yo socorro en el combate a los troyanos
Zeus expresará su aprecio por los troyanos otras veces en el
poema (por ejemplo, en 4.44-49), pero en su conducta efectiva se muestra
neutral y obediente a los designios de la moira (es decir, del
destino). Las acusaciones de Hera son infundadas (aunque entendibles en
el contexto doméstico de la relación entre esposos).
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v522, no sea que se entere…
La solemnidad cae hasta su punto más bajo, justo antes de la promesa que le costará la vida a muchos de los aqueos.
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v526, ἐμὸν
contra Kirk I (ad 1.525-527) y Leaf (ad loc.), no parece
plausible pensar en otro antecedente para ἐμόν más que el casi inmediato
τέκμωρ. No hemos seguido la interpretación de Com. Bas. I, que lo
entienden como un pronombre sustantivado, sino que lo tomamos como un
pronombre con función de predicativo subjetivo (reponiendo “siendo” en
español para aclarar la sintaxis). De todos modos, nuestra traducción
conserva la ambigüedad sintáctica del griego, donde no es claro a qué
palabra modifican los adjetivos.
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v529, los eternos cabellos
Los cabellos ambrósiai (la palabra griega es femenina), un adjetivo derivado de ambrosía, la comida de los dioses que garantiza su inmortalidad.
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v530, se estremeció el gran Olimpo
El final de la escena está marcado por esta imagen que
garantiza el alcance y poder de la promesa. Nótese cómo el movimiento se
expande como una onda, desde las cejas de Zeus hacia sus cabellos hacia
todos el Olimpo.
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v533, Ζεὺς δὲ ἑὸν πρὸς δῶμα
la combinación del inusual hiato δὲ ἑὸν y el hecho de que la
ausencia de verbo supondría reponer una forma de ἄλλομαι, lo que no
tiene demasiado sentido, nos han llevado a esta traducción simplificada,
siguiendo a Com. Bas. I (ad loc.), que entienden aquí ἆλτο = ἔβη (lo que, por supuesto, no tiene ningún tipo de apoyo en el uso regular del verbo).
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v534, ninguno aguantó
La señal de respeto de levantarse ante la llegada de Zeus se
expresa aquí como un gesto de temor. Ninguno de los dioses se atreve a
esperar a Zeus sentado.
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v537, ἠγνοίησεν
nuestra traducción sin duda no es del todo fiel a la morfología
de la palabra griega, pero entendemos que sí lo es a su semántica (VER
Nota ad 1.537). El atrevimiento parece justificado por el contexto casi cómico de esta escena en el Olimpo.
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v537, junarlo
La expresión griega ou min egnoíesen tiene una doble
negación (el verbo es agnoéo, con alfa privativa) y acaso debe
entenderse anticipando la ironía de lo que sigue. Podríamos
parafrasearlo con “y Hera, que no era tonta y lo conocía”.
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v537, habiendo visto
Esto viene como una sorpresa y confirma los temores de Zeus de
que Hera podía ver a Tetis en el palacio. Uno podría imaginarse en una
versión audiovisual una toma de Hera escuchando la conversación detrás
de una puerta, que aquí se manifiesta con esta observación del poeta
antes de su discurso.
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v538, Tetis de pies de plata…
Brillantes, reflectantes como la superficie del mar, apropiados por lo tanto para una deidad marina.
Es peculiarísima la ocasión en la que el poeta decide introducir por
primera vez un verso completo para mencionar a Tetis, y todavía más que
lo pondrá en boca de Hera apenas unos versos más adelante (1.556).
Parecería tratarse de un caso de focalización que comienza con “no lo
desconoció” (VER ad 1.536) e incluye este verso como marca del carácter
celoso y algo obsesivo de la esposa de Zeus.
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v539, palabras mordaces
Kirk dice de lo que sigue, con toda razón, “es un
maravillosamente taimado discursito”. Hera está enojada con Zeus pero no
le dice por qué, sino que lo acusa de hacer las cosas por su cuenta,
algo que, por supuesto, no es el problema real aquí.
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v540, ¿Quién…
La hipocresía de Hera es evidente por lo que acaba de expresar
el narrador y por lo que la propia diosa afirmará más adelante. Hera
sabe perfectamente quién.
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v540, ¡farsante!
Dolomêta (un hápax), es decir, con una mêtis (un
pensamiento) dolosa, engañosa. La acusación implícita es que Zeus es un
mentiroso, de donde nuestra traducción.
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v541, estando lejos de mí
El tono doméstico de la discusión fue observado en un escolio (Σ ad 1.541),
que habla de un “discurso doméstico”; otro (Σ ad 1.542), señala que
“las esposas se enojan cuando sus maridos no les comunican todas las
cosas”.
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v545, No esperes…
No es del todo claro si Zeus ha podido leer entre las líneas
del mensaje de Hera y comprendido que esta sabe que se reunió con Tetis.
Su respuesta parece más bien dirigida a la literalidad del discurso, lo
que explica por qué Hera debe explicarle con algo más de detalle cuál
es el problema.
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v546, te serán difíciles
Debe entenderse o bien que le resultarán molestas o bien que no
podrá comprender la complejidad del pensamiento de Zeus. En todo caso,
es una marcada toma de distancia con Hera, que parece concebirse como
una igual a su marido en este pasaje.
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v551, Hera venerable, la de ojos de buey
La vaca es un animal asociado a Hera, diosa del matrimonio y la
fertilidad. La idea detrás del epíteto parece ser que tenía ojos
grandes y con mirada plácida. Sobre pótnia, VER ad 1.357.
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v552, αἰνότατε Κρονίδη
el vocativo es claramente insultante, como sugiere su aparición en 8.423 (VER Nota ad 1.552). Nuestra traducción se apoya en el hecho de que en español los insultos nunca son adjetivos de un nombre en apelaciones.
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v552, Cronida, infeliz
Quizás en ningún otro lugar de la escena la relación entre los
dioses se hace tan evidente, puesto que esta apelación a Zeus solamente
aparece en boca de Hera en el poema. Ainótate, de hecho, es una
palabra utilizada exclusivamente en esta expresión en Ilíada, y la forma
femenina del vocativo es dirigida por Iris a Atenea en 8.423 junto al
apelativo “perra sin escrúpulos”.
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v552, ¿qué es esta palabra que dijiste?
La frase es habitual en respuestas indignadas o sorprendidas. Nótese la catchword (VER ad 1.93) entre este comienzo de discurso y el de Zeus, en 1.545.
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v553, Tampoco en el pasado…
Los versos constituyen una respuesta retórica que casi podría
leerse como una acusación a Zeus de no haber entendido la primera
acusación. “¿Por qué crees que ahora me molesta que hagas cosas solo si
nunca me había molestado? ¡Leé entre líneas!”, uno se sentiría tentado
de parafrasear.
text
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v556, Tetis de pies de plata…
Hera repetirá todos los pasos de la conversación narrada en
1.495-530 (“con la primera niebla”, “se sentó a tu lado y tomó tus
rodillas”, “asentiste”, “honrará a Aquiles”), demostrando que desde el
comienzo sabía todo lo que había pasado. Podría decirse que la diosa
cambia su actitud de hacerse la tonta a mostrar que ya sabe todo lo que
Zeus le quería ocultar.
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v561, δαιμονίη
el sentido exacto del término no es claro, pero no hay duda de
que, al menos para Homero, no es el que informan LSJ (“good sir, or
lady”). Pace Autenrieth, de los casos en los que aparece, no hay
uno solo donde pueda afirmarse con certeza que el sentido es positivo, y
el único rasgo común que puede detectarse es que el emisor percibe un
estado de alteración en el receptor que se manifiesta en lo que acaba de
decir y hacer. Dada la importancia del término como apelativo
tradicional, hemos buscado una traducción que se ajuste lo más posible a
todos los casos.
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v561, Trastornada
El adjetivo daimónios es de dificilísima traducción.
Deriva de la palabra daímon (VER ad 1.222), pero es poco claro con qué
sentido. Los contextos en los que aparece, siempre en respuestas a
discursos, sugieren “poseído o afectado por un daímon”, algo que debe
considerarse como negativo, puesto que daimónios es siempre un insulto o
una expresión de lamento por el interlocutor. Que su sentido original
(si es el sugerido) se ha perdido por completo para la época del poeta
lo demuestra el hecho de que aquí es dirigido a un dios por otro.
text
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v563, será incluso más terrible
La misma frase con la que Agamenón amenaza indirectamente a
Aquiles en 1.325. En estos versos se repiten frases de Agamenón y
referidas a él, generando una vinculación entre los dos grandes “reyes”
del canto 1, es decir, Agamenón y Zeus. La relación se manifiesta, por
supuesto, como un contraste: mientras que Zeus impone temor y respeto y
sus órdenes se cumplen, el intento de Agamenón de conservar o recuperar
su botín termina con un desastre para el ejército.
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v566, no sea que no
La frase es una repetición casi textual de la amenaza dirigida por Agamenón a Crises en 1.28 (VER ad 1.563).
text
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v567, las invictas manos encima
La idea de “poner las manos encima” había aparecido en 1.89,
cuando Aquiles promete a Calcas que nadie le pondrá las “pesadas manos
encima”, ni si hablara de Agamenón.
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v568, y temió…
La reacción de Hera es la misma que la del sacerdote Crises en
1.33; la diosa, sin embargo, no planeará una venganza cruel contra Zeus,
sino que, como este ordena (1.565), se sentará callada.
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v570, se amargaron
La mención de la reacción de los dioses contrasta con el
silencio total respecto a la de los aqueos en el ágora en la discusión
de Aquiles y Agamenón. Como allí, uno de los presentes intervendrá (en
este caso, un joven, no un viejo), con un resultado mucho más exitoso,
continuando con el contraste entre los mundos divino y humano.
text
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v571, Hefesto, glorioso artesano
Hefesto es hijo de Zeus y Hera y el dios del fuego y, acaso por extensión, de la herrería. Su papel en Ilíada
es importante, puesto que aparece aquí, en 21.342-356 asistiendo a
Aquiles y es el protagonista del canto 18, donde elabora las armas del
héroe y su famosísimo escudo. En contraste con sus habilidades
extraordinarias para la artesanía metálica y la joyería (tiene incluso
autómatas que lo asisten en lo que puede considerarse la más primitiva
forma de ciencia ficción de la historia), su apariencia física es
horrible y es “cojo de ambas piernas”, por lo que parece no poder
caminar sin asistencia. Es notable que, mientras que el resto de los
dioses se ríen de él y en el canto 8 de Odisea se relatará que su
esposa (Afrodita, aunque en Il. 18.382-383 se dice que está casado con
châris) lo engaña con otro dios (Ares), fue Hefesto el que construyó
todas las armas y palacios del Olimpo.
text
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v573, ¡Sin duda…
Hefesto repite las palabras con las que Zeus responde a Tetis en 1.518 (VER ad loc.),
dando inicio o al menos anticipando la escena doméstica en el Olimpo.
Esta reiteración cierra el círculo con la típica técnica homérica de la
estructura anular, permitiendo que los dioses se ocupen de lo que
usualmente se ocupan: la comida, la bebida y el canto.
text
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v575, ni del banquete
La preocupación de Hefesto, como se ve, no es la desgracia que
pudiera causar la pelea entre sus padres, sino que eso haría incómoda la
hora de la cena. La repetición de la idea en 1.579 confirma esta idea,
por completo coherente con la concepción de los dioses como seres
inmortales, despreocupados y siempre felices (VER ad 1.339).
text
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v581, él es con mucho superior
Aunque sin repetición textual de una frase, se reproduce aquí la idea expresada por Néstor sobre Agamenón en 1.281 (VER ad loc.). Por supuesto, la superioridad de Zeus es mucho más clara que la del rey de Micenas.
text
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v584, una copa de doble asa
Estas copas parecen haber sido las más habituales y son las que con más frecuencia se hallan en los sitios arqueológicos.
text
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v586, aunque estés preocupada
Nótese la analepsis de 1.196 y 209, donde se habla de la preocupación de Hera respecto al ejército aqueo.
text
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v588, y entonces no podré…
Hefesto repite casi textualmente las palabras de Aquiles en
1.241-242, es decir, el punto culminante de la formulación original de
su promesa, reemplazando a Héctor por Zeus como agente de la violencia
temida. La conexión entre los pasajes refuerza una asociación entre el
héroe y el dios como co-agentes de la destrucción del ejército aqueo en
el poema.
text
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v590, Pues ya otra vez también a mí
Hay dos versiones de la historia de Hefesto arrojado del Olimpo
(que, quizás, servirían para explicar su cojera), o acaso dos mitos
separados en donde sucede lo mismo. La más famosa es la que transcurre
el día del nacimiento del dios, en el que su madre, por su fealdad, lo
arroja hacia el mar, donde es rescatado por las nereidas (se mencionará
en 18.394-399). La que se relata aquí parece vinculada con los eventos
que recuerda Zeus en 15.18-33, donde se relata una ocasión en la que
Hera hizo naufragar a Heracles en la isla de Cos y su marido la
suspendió colgando dos yunques de sus pies, amenazando con arrojar a
cualquier dios que quisiera ayudarla.
text
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v592, todo el día
La descripción de la caída tiene una sutileza admirable, en la
que entre el lanzamiento y el impacto hay todo un verso para marcar el
tiempo durante el cual Hefesto estuvo en el aire.
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v593, Lemnos
Lemnos es una isla del noroeste mar Egeo, ubicada al sur de
Tracia y a unos 240 km. del Monte Olimpo (lo que da una idea de la
violencia del lanzamiento de Zeus). Su conexión con Hefesto aparece
también en el canto de Demódoco en Od. 8.283-284, donde el dios
finge ir allí. Otras fuentes sugieren un importante festival conducido
por artesanos y dedicado a la restauración del fuego sagrado en la isla,
lo que sugiere un culto importante de Hefesto. Leer más: Burkert, W.
(1997) Homo Necans. Interpretationen altgriechischer Opferriten und
Mythen, Berlin: De Gruyter, pp. 212-218 [traducción al inglés de la
primera edición de 1972 por P. Bing, Berkely: University of California
Press, 1983, pp. 190-196].
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v594, los varones sintíes
Los sintíes son, según el escoliasta, los habitantes
pre-griegos de la isla de Lemnos. Sobre su filiación étnica y cultura no
es posible decir demasiado, aunque Tuc. 2.98.1 habla de los síntoi como un pueblo tracio, lo que parece al menos coherente con su ubicación geográfica.
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v597, hacia la derecha
Como corresponde, lo que sugiere que se incluye aquí para señalar el estado de orden que reina en el Olimpo.
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v598, dulce néctar
La bebida de los dioses, que se escancia como vino en sus
banquetes pero tiene propiedades mágicas para combatir la muerte y la
decadencia, como indica que detiene la descomposición del cadáver de
Patroclo en 19.37-39.
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v599, una risa inextinguible
El final de la tensión en el Olimpo está marcado por este verso
y el que sigue, en el que Hefesto, acaso buscando hacer reír a los
demás apropósito, ocupa el rol de Ganimedes o Hebe, los coperos del
Olimpo, ambos jóvenes, bellos y sin duda mucho más hábiles que el dios
cojo.
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v599, bienaventurados
El epíteto (sobre el cual, VER ad 1.339) aparece aquí
por tercera vez, después de ser utilizado por Aquiles en 1.339 y 406. La
secuencia configura un extraordinario movimiento desde el mundo humano
en conflicto (la reiteración de la promesa de Aquiles dirigida a los
heraldos), al mundo divino en conflicto (la historia del intento de
encadenamiento de Zeus) al mundo divino en orden (la celebración en el
Olimpo que cierra el canto), casi como si se hubiera buscado marcar el
contraste entre el desarrollo del segundo, donde nadie sufre y todo
termina bien, y el del primero, donde el conflicto apenas está
comenzando.
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v602, banquetearon…
Se repite 1.468, una fórmula habitual para indicar la
celebración de un banquete, que aquí no puede menos que vincularse con
las situaciones contrastantes en los mundos divino y humano.
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v603, la forminge
Un instrumento de cuerda, atributo habitual de Apolo, con el
que se solían acompañar canciones en el banquete, cantos épicos e
himnos.
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v604, las Musas
Aunque no es de sorprender que las Musas aparezcan cantando en
un banquete en el Olimpo, la simetría con el comienzo del canto no puede
dejar de notarse.
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v604, alternándose
Ameibómenai, de donde nuestro canto “amebeo”, en donde
una voz se alterna con la otra. Esta es la primera referencia a este
tipo de modo de ejecución del canto. Cómo debe interpretarse exactamente
en este verso (si cantaban un verso cada una, o una estrofa, o había
dos grupos que se respondían entre sí), es, por supuesto, imposible
saberlo.
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v607, el gloriosísimo lisiado
Un fórmula tradicional de Hefesto, pero notablemente restringida en la poesía homérica a esta instancia, al canto 18 de Ilíada
(la elaboración de las armas de Aquiles, de las cuales hay quizás aquí
una prolepsis; también “sagaz entendimiento” se repetirá allí) y al
canto 8 de Odisea (los amores de Ares y Afrodita).
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v611, allí, subiendo, se acostó
La repetición del comienzo, marcando que esta instancia es una
más de lo que sucede habitualmente, señala el estado de orden en el
Olimpo, contrastado de manera explícita en el inicio del próximo canto
con la situación en el ejército aqueo. El sueño de Zeus es el último
momento de paz en el texto hasta el canto 23.
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